Disfrutar de un día de playa es uno de los planazos del verano. El sol bañando nuestros cuerpos, el agua del mar, las olas... todo muy idílico hasta que entra en escena la engorrosa arena

Todos hemos experimentado en algún momento la desagradable e incómoda sensación de llevar esas diminutas partículas pegadas en la piel, el pelo, la ropa, los zapatos, la toalla o el bolso, y de ir depositándola después allá donde vayamos. Por mucho que limpies, días después seguirá apareciendo arena en casa, en el coche y en todos los objetos personales que hayas llevado contigo a la playa.

¿Y por qué se pega la arena? Se trata de un material hidrófilo, es decir, que atrae el agua. En el caso de la playa, al estar la brisa que corre en la orilla del mar tan cargada de humedad, esto facilita que la arena se pegue. El agua forma unos pequeños puentes entre los granos, lo que se conoce como tensión superficial, una propiedad que tiene una superficie líquida y que se manifiesta como una banda elástica entre los granos.

Calzado abierto

El calzado más práctico para caminar sobre la arena es aquel que está abierto. Descarta las zapatillas cerradas que atraparán en su interior la arena y te acabarán provocando rozaduras en los pies. Utiliza en su lugar sandalias o chanclas que permitirán que la arena salga con la misma facilidad que entra y con las que podrás meter los pies bajo la ducha o en un chorro de agua limpia para liberarte de ella. Al recibir una considerable cantidad de agua, se romperá la banda elástica formada entre los granos, lo que hará que la arena se separe, se mueva libremente y se desprenda.

Tres chicas toman el sol en la playa mirando al mar. Freepik

Suavizante para las toallas

A modo preventivo, antes de llevar las toallas a la playa, puedes lavarlas con suavizante. Se trata de un producto hidrofóbico que repele el agua y que evitará que la arena húmeda se adhiera a ellas. Sin embargo, nunca debes utilizarlo para lavarlas después de estar en la playa, ya que este producto recubrirá las prendas con una pequeña película lo que dificultará un buen lavado. Su limpieza solo será efectiva si se lleva a cabo únicamente con detergente.

Un truco genial

Pues bien, hay un truco que se ha hecho viral gracias a un vídeo que un padre ha subido a YouTube y en el que muestra cómo retira la arena de los pies de su hija de una forma muy efectiva. Para ello utiliza un producto muy económico y que está presente en muchos hogares: los polvos de talco.

La forma de proceder es muy sencilla ya que basta con rociar una pequeña cantidad en los pies cuando estás en la arena, después extenderlo bien y por último retirar todo con una toalla limpia

La efectividad de los polvos de talco se debe a que es una sustancia aún más hidrófila que la arena y de ahí su elevada capacidad de absorber la humedad, que es precisamente la causante de que la arena se pegue a nuestros pies. Tras su aplicación, la arena se secará y será mucho más fácil desprenderse de ella. Además, y lo mejor de todo, es que evitarás que se te vuelva a pegar.

Si en tu jornada playera va incluida la comida, cuando vayas a sacar el picnic échate unos polvos de talco en las manos y así evitarás que al llevarte los alimentos a la boca estos vayan acompañados de unos crujientes granos de arena como guarnición. 

Ya lo ves, a partir de ahora no olvides meter en tu bolso de playa, junto con la crema solar, el sombrero y las gafas de sol, un pequeño bote de polvos de talco. Experimentar esa sensación de la piel libre de arena, ¡no tiene precio!