El Irudek Bidasoa Irun ha logrado este martes en Benidorm un punto (27-27) en un partido que pudo encauzar antes de entrar en los cinco minutos finales. Un punto que, como el gato de Schrödinger en su caja, le deja vivo y muerto en la lucha por el segundo puesto. Como sucedió con Aranda de Duero o León, el tiempo dirá el valor de la igualada para la pugna por la tercera plaza, que da plaza europea.
La puesta en escena del equipo guipuzcoano fue aceptable en la salida. Con un reparto de protagonismo necesario en una temporada como la presente, el Bidasoa comenzó centrado en sus procedimientos de ataque y de defensa, con los habituales Jevtic y Francisco da Silva en el eje.
El próximo central dorado, Nacho Valles, quería percutir por el flanco derecho de la retaguardia amarilla y nada más intentarlo, se topó con Skrzyniarz. Enfrente, los de Álex Mozas ofrecían desde lo colectivo jugadas como la de Pacheco y Rodrigo Salinas para el 3-3.
El chileno suele ser uno de los termómetros del ataque bidasotarra. Cuando las fraternidades Salinas y Nieto rinden con eficacia, el camino del equipo guipuzcoano a la victoria suele ser mucho más llano. En Benidorm, en cambio, la aportación de los chilenos, sobre todo el lateral que podía aparecer más frente a un pivote cubierto por la zaga, perdió brillo con el paso de los minutos; mientras que los Nieto, que arrancaron en el banquillo, no terminaron de cogerle el pulso a la primera mitad.
Así se entiende que el Bidasoa no diera pie con bola en la segunda parte del primer acto: primero, se le fue con un 2-1 la superioridad que en el minuto 18 le regaló un protestón Valles, quizá pasado de revoluciones por lucir ante el que será su próximo club; y después, se quedó en dos goles desde el 9-10 (minuto 17) hasta el tanto que Asier Nieto marcó a escasos segundos del descanso (14-13).
Fueron los mejores minutos de un Benidorm en peligro clasificatorio, pero bien guarecido por un guardameta como Witkowski (7 paradas al descanso), que agradecía el aire que su rival le permitía.
Ficha técnica
27 - Benidorm (14+13). Witkowski, Vila (2), Vainstein (3, 1 p.), Moscariello (3), Oliver, Bandeira (11, 5 p.), Valles (3); Alvado, Zhukov (1), De Angelis (1), Sempere (1), Zarikos, Durovic (2), Abdoulah.
27 - Irudek Bidasoa Irun (13+14). Skrzyniarz, Cavero (1 p.), Rodrigo Salinas (6, 2 p.), Pacheco (1), Boskos (1), Dariel García (6), Esteban Salinas (4); Maciel, Jevtic, Gastaminza, Furundarena, Mujika (1), Asier Iribar, Francisco da Silva (1), Gorka Nieto (2, 1 p.), Asier Nieto (4).
Parciales. 3-3, 5-6, 9-9, 10-11, 11-11, 14-13; 16-16, 19-20, 20-22, 23-22, 25-25, 27-27.
Árbitros. García del Salto y Huertas Herrador. Por parte del Benidorm, excluyeron a Valles (18’26, 25’59), Abdoulah (32’43) y Moscariello (38’37). Por parte del Irudek Bidasoa Irun, a Furundarena (26’52), Francisco da Silva (38’04 y 49’43).
Incidencias. Partido de la 26ª jornada de la Liga Asobal adelantado por el compromiso europeo del Bidasoa. Disputado en el Palau d’Esports l’Illa de Benidorm ante unos 800 espectadores.
Ligera mejoría
Pese al gol inicial de un Bandeira (11 goles) que se presenta como algo más que un valor de futuro, el conjunto guipuzcoano supo acertar en la reanudación ante Wiktowski con dos tantos del ex de Benidorm Esteban Salinas y forzar pérdidas del equipo local. Rodrigo Salinas desde los siete metros devolvió la ventaja al Bidasoa en el minuto 34 por primera vez desde el 10-11.
Eran minutos en los que la escuadra visitante evidenciaba que además de voluntad, tenía el acierto necesario para abrir una ventaja que se iría a dos goles en tres ocasiones hasta el 19-21 del pivote chileno.
Hubo opción para tres tras la recuperación de Francisco da Silva, pero Pacheco, cuyas características de juego podían beneficiarse de la defensa alicantina, marró ante el portero local.
El mayor de los Salinas repuso la diferencia a falta de un cuarto de hora, pero un lanzamiento forzado de Dariel García (otro balón para tres arriba gracias a una parada de Skrzyniarz), unos pasos de Boskos y un área de Esteban Salinas fueron argumento suficiente para que los locales voltearan el marcador (23-22).
Sin encontrar sensaciones del todo, una buena gestión de la inferioridad por exclusión de Francisco da Silva (minuto 50) se saldó en victoria parcial (1-2) y devolución de la de la primera mitad.
El entrenador local, Marko Krivokapic, ordenó atacar con siete, circunstancia a la que el Bidasoa supo amoldarse al punto que Cavero recuperó dos balones consecutivos: el primero lo realizó Mujika; y el segundo lo marró el propio irundarra desde campo propio a portería vacía (minuto 54, 24-25).
El Bidasoa seguía con opciones
Aun así, una parada de Leo Maciel en la siguiente jugada volvía a dar a los atacantes guipuzcoanos opción para llevar la ventaja a dos. Sería la última posibilidad de estas características en el choque: Moscariello convirtió a la contra una pérdida en un ataque en el que los colegiados no aprecieron falta. Primero empatar a 25 y después, 26-25 y 27-26.
El Bidasoa acababa de pasar de tener en la mano los clavos para empezar a sellar la derrota de un rival con cuya necesidad podía jugar, a poder caer en la trampa que escondía este choque.
Una suerte de ruleta rusa de la que se libró de perder gracias a la última parada de Maciel y una recuperación de Asier Nieto. Y en la que pudo ganar si no media la pérdida de balón entre los Nieto o el local Witkowski no desbarata el contragolpe de Rodrigo Salinas. La última defensa garantizó un punto (27-27) cuya trascendencia en la pugna por el segundo puesto el futuro calibrará.
Plaza que hoy ocupa Granollers, que llega el sábado a Artaleku (21:00 horas) a la madre de todas las batallas. Cualquier plan del Bidasoa para ser segundo pasaba hasta la fecha por derrotar al equipo catalán, que ha ganado en sus dos últimas visitas a Irun y hace una semana al Barça a domicilio. Eso sigue igual. Si lo logra, sabremos si el gato de Schrödinger puede ser segundo. Sobre todo, si derrota al Granollers por dos goles o más.