La Main Round de la EHF European League arranca este martes por todo lo alto en Artaleku: con la visita de las águilas del Benfica, ganadoras de la competición hace tres años, y que buscan de una vez volar por encima de la sobra de sus vecinos.
“No queremos ser el tercer equipo del balonmano portugués, queremos ser el primero”, ha reconocido el portero luso Gustavo Capdeville a la vuelta del Mundial, donde fue nombrado mejor jugador del partido por el bronce contra Francia.
Como ocurre con los otros dos grandes del balonmano portugués, el ahora dominador Sporting CP (motor de la exitosa selección lusa) y el Oporto, no se puede entender sin su matriz de fútbol. La sección fue creada en 1932, casi tres décadas después del club, y hubo que esperar 30 años para alzar su primer título: la Liga de 1962.
Desde entonces, ha sumado otras seis ligas (en 2008 la última), seis Copas (la última 2018), tres Copas de la Liga (1996, 2007 y 2009), ocho Supercopas y, sobre todos ellos, destaca la EHF European League de 2022.
Su éxito más brillante
Fue su momento más brillante, que coronó el impulso contemporáneo que le dio el presidente benfiquista Luís Filipe Vieira (2003-2021) a la sección de balonmano. Para lograr su éxito más brillante (y más reciente), el equipo entonces entrenado por Chema Rodríguez recorrió el camino desde la primera eliminatoria, dejando en el camino al Kriens Luzern y al Rhein-Neckar Löwen para entrar en el grupo de seis equipos junto a GOG, Nantes, Lemgo, Cocks y Chekhovskie Medvedi.
En la misma eliminatoria en la que el Bidasoa cedió ante el GOG, los lusos se deshicieron del Toulouse y en cuartos, del Gorenje Velenje. En la Final Four que acogió en Lisboa, superó a Wisla Plock en la semifinal y al Magdeburgo en la final.
Bloque más que compacto
Con Jota González al frente de un amplio cuerpo técnico que tiene a Vicente Álamo como adjunto y depreparador de porteros, el Benfica busca asomar la cabeza entre los otros dos grandes de la Liga portuguesa. Camina tras ellos en la Liga con solo tres derrotas (24-27 y 35-29 ante Oporto; y 38-22 ante Sporting), y 16 victorias, entre las que destaca el derbi lisboeta de diciembre (38-34). La última este sábado ante Águas Santas (34-24).
El exentrenador de Logroño (2007-2018) y asistente de Raúl González en París (2018-2023) cuenta con una plantilla de varios viejos conocidos de la Liga Asobal, como el navarro Ander Izquierdo, el pivote Miguel Sánchez-Migallón, el cubano exBarça Alexis Borges, el lateral izquierdo Gabriel Cavalcanti o el portero húngaro Kristóf Palasics.
Con ellos, un clásico como Bélone Moreira, el también magiar Egon Hanusz, el sueco Christopher Hedberg, el normacedonio Filip Taleski, el exKiel Ole Rahmel, el islandés Stiven Valencia, el completo lateral derecho rumano Demis Grigoras o el próximo pivote de Atlético Valladolid Guilherme Cabral apuntalan una plantilla con la vista puesta en la formación. En la primera plantilla ya irrumpen balonmanistas como Gabriel Sequeira, João Bandeira y, aún pendiente de estrenarse en Europa, Miguel Mendes.
Igualdad en la European League
Con el objetivo de ser uno de los proyectos que desafíe a la hegemonía alemana, el Benfica arrancó con un triunfo in extremis ante el Kadetten Schaffhausen de Donát Bartók (25-26), derrotó a Limoges en Lisboa (37-31), y consiguió el pleno de victorias con Tatran Presov (16-24 y 36-23), y Kadetten en Portugal (39-32) hasta llegar a la última jornada.
En esa visita a Limoges, además de la derrota (36-28), se quedó sin otros dos puntos para pasar a la segunda fase, donde partirá empatado con el conjunto lemosín, dos puntos por detrás del Bidasoa. Superar en el grupo al conjunto guipuzcoano y brillar en Europa es el primer paso del equipo lisboeta para dejar de ser “el tercer equipo del balonmano portugués”.