El Bidasoa ha logrado un valioso triunfo en Pamplona, el segundo a domicilio en lo que va de Liga, en el que ha tenido que sufrir hasta el final (28-29), víctima en buena medida de sus propios errores en la primera parte y el acierto del guardameta Marcos Cancio en la portería local.
El encuentro ha arrancado de la peor manera posible para los intereses amarillos: sin defensa y con errores de pase y lanzamiento ante un Cancio que se ha estrenado con tres paradas en cinco minutos. El resultado, un 4-0 de salida que no había por dónde coger, ha llevado al técnico bidasotarra, Álex Mozas, a parar la contienda con solo cuatro minutos disputados.
Cuando la exclusión de Eneko Furundarena hacía presagiar lo peor, el equipo guipuzcoano ha comenzado a tomarle el pulso a la tarde: 1-1 de parcial en la inferioridad que entre los minutos 10 y 15 se saldaría con 0-1. Al mayor acierto de la línea defensiva se ha sumado Jakub Skrzyniarz, que desde el minuto 7 ha coleccionado otras tantas paradas, dos de ellas, desde los 7 metros.
Con el empate de Asier Iribar (8-8, minuto 18) bien podía parecer que el Bidasoa había hecho ya lo peor, pero un parcial de 4-0 que ha firmado Anaitasuna (con casi 9 minutos sin gol amarillo) volvía a hacer caer la piedra montaña abajo. Vuelta a empezar.
Una parada de un gran Skrzyniarz y cuatro goles consecutivos de Gorka Nieto, Cavero, Asier Nieto y Jevtic han igualado la contienda en un abrir y cerrar de ojos, con un Dariel García que ha propiciado hasta cuatro robos de balón ante la impericia de los atacantes pamploneses, empeñados en botar la pelota ante el vivo cubano.
Lejos del brillo de otras tardes como las de Torrelavega o las europeas, lo mejor que tenía para echarse la boca al descanso un equipo que empieza a saber competir cuando está lejos de su mejor versión era el resultado (12-12).
Mayor regularidad
Conjurado para lograr un triunfo que podía valer oro por el propio peso de los dos puntos y por los demás resultados de la jornada (ningún equipo de la tabla que aventaja al Bidasoa, salvo el Barça, ha ganado), el equipo guipuzcoano ha aprovechado desde el primer balón de la reanudación.
Rodrigo Salinas ha establecido la primera ventaja (12-13) nada más volver del vestuario y anticipaba lo que estaba por venir: con el paso de los minutos, un trabajo defensivo más atinado y la reducción drástica de los errores en ataque —casi desesperantes en el primer acto entre pérdidas y lanzamientos fallados (Anaitasuna ha tenido su propia ración)— han llevado al Bidasoa, que hasta navidades debe vivir sin Francisco da Silva ni Boskos, a abrir renta de manera casi natural. Una inercia de la que el equipo pamplonés trataba de zafarse gracias al acierto de Albizu en ataque y al propio Cancio en portería propia.
Sin nada destacable en la cancha —no news, good news, reza el adagio—, saber controlar el escenario les ha dado a los guipuzcoanos una renta de cuatro goles (min. 43,16-20).
Superados diez minutos de goma, un equipo se acerca un gol, el otro responde con otro, la película ha llegado a su desenlace. A falta de seis minutos, el Bidasoa ha dispuesto de un ataque que resultaría clave: en lugar de conseguir restablecer los cuatro goles con 23-26 en el luminoso, una falta en ataque ha devuelto el balón a Anaitasuna.
Desenlace tenso
Era su última puerta para reengancharse a un choque que se le iba. Dos paradas consecutivas de Cancio a Esteban Salinas han terminado de espolear al equipo local y de igualar la contienda.
La recta final ha sido de oficio —no ha habido más empates tras el cartón 26— y pese a que el portero local detendría otro balón al mayor de los Salinas (su 17ª parada), el equipo amarillo no se ha puesto nervioso y los dos goles de Zabala han sido suficientes para, pese a sufrir lo indecible en el último minuto (Anaitasuna ha tenido 20 segundos finales con balón de empate), llevarse la segunda victoria liguera a domicilio esta temporada.
Tras sumar su tercera victoria consecutiva por primera vez esta temporada (Ystads, Benidorm, Anaitasuna) y por segunda vez dos seguidas en Liga, el Bidasoa regresará el viernes a Artaleku. Lo hará a las 20:45 horas contra Atlético Valladolid, contra quien arrancará el sprint final antes de Navidad: primera oportunidad de tres para llenar el zurrón antes del parón.
Ficha técnica
28 - Anaitasuna (12+16). Cancio, González, Alonso Moreno (3), Samuel Pereiro (2), Itoiz (2), Ganuza (2), Aitor García (4); Santamaría, Goñi, González, Redondo (5, 3 p.), Albizu (8), Kisselev, Castro, Elustondo (1), Marcos Moreno, Zungri (1).
29 - Bidasoa Irun (12+17). Skrzyniarz, Gey-Emparan (1), Mujika, Furundarena, Asier Nieto (7), Zabala (2), Esteban Salinas (4); Maciel, Cavero (4, 1 p.), Jevtic (1), Rodrigo Salinas (2), Asier Iribar (1), Gorka Nieto (5, 1 p.), García (2), Pacheco, Jon Ander Iribar.
Parciales. 4-2, 7-4, 7-5, 8-8, 12-8, 12-12; 13-15, 15-18, 18-20, 22-24, 25-26, 28-29.
Árbitras. Rodríguez Estévez y García Gil. Por parte de Anaitasuna, excluyeron a Itoiz (15’34), Pereiro (32’13, 35’27), Aitor García (46’39). Por parte del Bidasoa, a Furundarena (6’06), Esteban Salinas (35’27), Asier Nieto (45’22).
Incidencias. Partido correspondiente a la 12ª jornada de la Liga Asobal disputado en el Pabellón Anaitasuna ante 1.300 espectadores, casi dos centenares de ellos, del Bidasoa.