La edición de 2023 de la Copa de España, competición heredera de la conocida hasta ahora como Copa Asobal, se jugará entre el 16 y 17 de diciembre en Irun, factor que intentará aprovechar el Bidasoa pese a que el Barcelona vuelva a ser el principal favorito (cabe recordar que el duelo liguero disputado esta temporada se ha saldado con empate). El torneo, además, otorgará una plaza europea al campeón del mismo.

El campeonato reúne en formato de semifinales y final a los cuatro primeros clasificados de la Liga Asobal; el Barça está virtualmente clasificado, el Bidasoa también por ser el anfitrión y restan por adjudicarse las otras dos plazas que a día de hoy serían para el Granollers y el Valladolid.

En el acto, que ha tenido lugar esta tarde en el Ayuntamiento de Irun, estuvieron presentes el alcalde, José Antonio Santano, el presidente de la Federación Española de Balonmano, Francisco Blázquez, el del Bidasoa, Gurutz Aginagalde, y los máximos responsables del territorio guipuzcoano y de la ciudad en materia deportiva, Goizane Álvarez y Borja Olazabal.

Blázquez ha expresado su satisfacción por poder ofrecer este torneo después de algunas controversias sobre su organización con la Asobal y recordó que Irun ya ha albergado con éxito competiciones de alto nivel, también de selecciones, y adelantó que en este nuevo torneo la federación homenajeará a los campeones de Europa del Bidasoa de 1995.

Aginagalde por su parte, se ha mostrado satisfecho de poder ofrecer esta competición a una afición creciente esta temporada en Artaleku y confía en poder plantar cara al Barça. “Somos competitivos, partimos 0-0 en todos los partidos y ganar una competición ante tu público siempre es ilusionante. Es complicado, pero tenemos la ilusión de hacernos con este título, aunque entiendo que todos los que van a competir vendrán a ganar”.

Y Santano ha destacado la celebración de un torneo “de primerísimo nivel en una ciudad que sabe mucho de balonmano y que trata bien al rival”.