El Bidasoa Irun vive unas horas felices tras la resaca del gran triunfo europeo en Artaleku contra el Sporting de Lisboa, favorito en la eliminatoria pero que salió de Irun derrotado en un choque marcado por los inconvenientes de la pista durante su primera mitad. La vuelta, el todo o nada por estar en los cuartos de final, será el martes en la capital portuguesa (20:45 horas en Gipuzkoa). Antes, el conjunto irundarra retomará la Liga con un choque igual o más importante en Guadalajara (sábado, 17:30 horas).

Confirmado el esguince de Mihajlo Mitic en el tobillo izquierdo, el partido contra los lisboetas no deja secuelas, pese a los temores de los primeros minutos. Un choque marcado por el parón como consecuencia de los resbalones que provocó el estado inicial de la pista. El club bidasotarra y los responsables del cuidado de la instalación analizan lo que pudo suceder, una vez los segundos explican que no ha habido ni cambio de protocolos en el tratamiento de la pista ni de materiales de limpieza respecto a otros partidos. El equipo lisboeta se quejó de la pista en su entrenamiento de la víspera, celebrado a una hora similar a la del choque del martes; mientras que el Bidasoa Irun pudo entrenar con normalidad a primera hora de la tarde del lunes. Lo mismo sucedió con otras sesiones de la cantera bidasotarra en las horas previas al choque del martes.

Con el partido detenido en el minuto 13, el conjunto portugués propuso reanudarlo este miércoles por la mañana, mientras que tanto los árbitros como el delegado de la EHF -responsable de remitir el correspondiente informe de lo sucedido que puede derivar en una sanción al club irundarra- optaron por agotar las opciones el mismo martes. Suya fue la decisión final de ventilar el pabellón y esperar un cuarto de hora. El tiempo les dio la razón: con el paso de los minutos, los deportistas retomaron la intensidad lógica en un partido de estas características y, en plena vorágine de la segunda mitad, nadie se acordaba del estado de la pista al comienzo del choque.

Sala de prensa

El tema de la pista fue protagonista en la rueda de prensa conjunta pospartido. El entrenador bidasotarra, Jacobo Cuétara, arrancó “pidiendo disculpas al Sporting por el estado de la pista al inicio del partido”, pese a ser una circunstancia ajena al club irundarra, un sentir que también tuvo el capitán, Jon Azkue, que reconoció que el arranque del partido fue “complicado para nosotros por la pista y porque no estábamos lo cómodo que queríamos”.

Al igual que durante el partido, el entrenador visitante, Ricardo Costa, fue insistente durante su comparecencia, en la que fue cuestionado por su enfrentamiento con algunos aficionados locales: “He tardado 20 minutos en que la grada entendiera que la pista estaba mal para jugar, he intentado hablar con los árbitros primero, diciéndoles que para mí no valía cualquier cosa, no podía haber partido. Un jugador se rompe la pierna y nos vamos a casa llorando todos. Primero, la salud de mis jugadores, de los del Bidasoa y creo que no se debía jugar el partido”.

“No es excusa, estoy contestando por el tema que se me pregunta de hablar con la grada. De los árbitros no voy a hablar, han hecho su labor, yo la mía, y tenemos que evaluar lo que hemos hecho. No nos ha dado para ganar el partido. Enhorabuena al Bidasoa y tenemos 60 minutos para pelear por la eliminatoria”, zanjó Costa, que en otra respuesta insistió en que “se han caído muchos jugadores en la pista, sé que no es culpa del entrenador (por Cuétara), que esto no se ha hecho para dañar a los jugadores, pero en mi opinión, el partido no debía haberse jugado, porque era un peligro. Punto. Esto no es excusa en la derrota. Hay que aceptarla, ellos han estado mejor en la segunda parte”.

El técnico portugués ya empezó a jugar la vuelta y confió en que una buena entrada en el Joao Rocha de Lisboa lleve a los suyos en volandas para la remontada, línea en la que también se expresó el central Natán Suárez.

Antes, el Bidasoa Irun estará centrado en su desplazamiento a Guadalajara, penúltimo de la Liga y que hace escasas fechas dio la campanada en León. En Irun cayó con claridad (39-25) en un duelo que el guardameta polaco Jakub Skrzyniarz cerró la faena con un 50% de paradas contra un equipo que en tierras alcarreñas le empató a Logroño. Después, y solo después, será el turno de pensar en Lisboa.