Tercera victoria del Bidasoa en competición europea ante un directo rival al que avasalló (32-20), tras protagonizar un partido redondo en el que salió todo lo que se intentó y que dejó encantada a la afición. Quienes acuden habitualmente a Artaleku escuchan un grito que no decae, ¡defensa, defensa!, entendiendo que desde esa posición se construyen las victorias. Ante los macedonios del Eurofarm Pelister, el Bidasoa cumplió a pies juntillas lo que le piden desde la grada. Por eso, el público abandonó encantado el pabellón. Asistió a un partido soberbio de su equipo.
Llegar al descanso con ocho goles de renta significaba la respuesta al primoroso primer tiempo del conjunto irundarra. Dominó en las dos áreas y, pese a la catarata de exclusiones que sufría, no perdía un ápice de eficacia. Las paradas de Harbaoui, la presión defensiva en seis metros y los errores visitantes permitieron recuperar balones. El conjunto de Lars Walther lo cifraba todo en los pivotes Vasilev y Peshevski. Sus tantos no eran suficientes, como tampoco las acciones desde los siete metros. La mitad de los goles visitantes llegaban por ese camino.
El ataque local recuperó las esencias del juego largo, salpicado de cruces y contracruces, aliviado por el trabajo de los pivotes y sentenciado desde los extremos, sin que faltara la decisión de la primera líneas. A diferencia de los últimos partidos, el Bidasoa jugó como sabe y le gusta. El rival no encontró el antídoto y, para cuando se quiso dar cuenta, llegó al vestuario con una diferencia de goles que debía ser decisiva para el segundo tiempo.
Por lo que se veía, mucho debían cambiar las cosas para que la diferencia aminorara. Es más, las cosas se complicaron para los visitantes. Su técnico lo intentó todo. Cambió de portero, atacó con siete jugadores, defendió en 5-1. Daba igual, porque el Bidasoa respondía con eficacia a cada decisión. Como los de Jacobo Cuétara no bajaron los brazos, el partido siguió el guion que se intuía tras el primer tiempo. Consiguió que su rival marcara solo tres tantos en el primer cuarto de hora tras la reanudación, forzando errores y disfrutando del juego que elige para competir.
Las jugadas terminaban en cualquier posición del ataque y, aunque el meta Kiziky brillaba, el marcador era elocuente. El triunfo sitúa al Bidasoa en solitario en la tercera posición a la espera del partido de la semana que viene, en el que ambos equipos se medirán en Macedonia del Norte. Despedir el año con dos puntos más es el objetivo, ya que conlleva prácticamente apuntalar el pase a la siguiente ronda de la European League.
FICHA TÉCNICA:
Bidasoa Irun 32
Eurofarm Pelister 20
BIDASOA IRUN Harbaoui (Xabier Landa), Iñaki Cavero (5, 2p), Ander Ugarte (6), Mikel Zabala (2), Eneko Furundarena, Julen Aginagalde (2), Julen Mujika, Mitic (5), Jon Azkue (4), Tom Tesoriere, Matheus da Silva, Gorka Nieto (1), Asier Nieto (4), Víctor Rodríguez (1) y Dariel García (2).
EUROFARM PELISTER Urban Lestar (Marko Kiziky); Goce Ojkeski (1), Madzoski, Kuzmanovski, Mario Tankoski (4), Ousama Hosni, Nendad Kosteski (1), Milorad Kukoski, Gjorgovski (1), Denis Vasilev (3), Peshevski (2), Henneberg (5, 4p), Mirko Radovic (2) y Atanasijevikj (1).
Parciales 3-2, 6-5, 9-7, 13-9, 16-10, 20-12 (descanso) 20-13, 23-14,26-15, 27-15, 28-18, 32-20.
Árbitros Karim y Raouf Gasmi (Francia). Todas las exclusiones en el primer tiempo. Tesoriere (2), Matheus, Mitic, Zabala, por el Bidasoa; Oljeski, Kosteski, por el Pelister.
Incidencias Último encentro oficial del año en Artaleku, ante 1.681 espectadores.