Los pronósticos se cumplieron y ganó el favorito por cinco goles (34-29). Füchse Berlin se impuso por cinco goles de diferencia, pero se encontró con un equipo que no esperaba. Si en la temporada pasada ganaban con holgura (35-23), en esta oportunidad el rival mejoró claramente las prestaciones y peleó hasta el final por protagonizar una gran sorpresa. No estuvo lejos.

Más allá del tanteo final, el partido fue de alto nivel, con los equipos dándolo todo y explotando sus virtudes. El nivel físico de los berlineses se hacía patente en su área. Recuperaron balones, corrieron el contraataque, no renunciaron al contragol y buscaron en el juego posicional el talento de la primera línea y el trabajo del pivote Marsenic. Con un banquillo largo Jaron Siewert, el joven entrenador teutón, movió peones, pero cuando el Bidasoa superó la primera crisis (11-8) solicitó un tiempo muerto. Esos tres goles de ventaja fueron los mismos del descanso (18-15).

Hasta entonces, el Bidasoa estaba haciendo muchas cosas bien y jugando el mejor partido de la temporada ante un rival de enjundia. Las acciones del meta Skrzyniarz y el trabajo coral de la defensa fueron capaces de mantener vivo al equipo a lo largo del primer tiempo. Hubo un momento de crisis (11-5) del que se recuperaron. La reacción bidasotarra coincidió con la exclusión de Kopljar. Cavero no erraba ninguno de los penaltis, Azkue finalizaba con éxito buena parte de las acciones de ataque, pausadas e inteligentes. También, Asier y Gorka Nieto. Todos desde fuera, porque tratar de conectar con los pivotes era una misión imposible dada la envergadura del 6-0 local.

El inicio del segundo tiempo apretó aún más las cosas, con otros dos tantos de Jon Azkue (18-17), máximo goleador del match. Los amarillos no desafinaban para nada y en la partitura del juego seguían de dulce. De nuevo, el oriotarra y Asier Nieto ponían al cuadro de Artaleku en ventaja (20-21). Era cuestión de saber hasta cuándo y hasta dónde le iban a aguantar las fuerzas al conjunto de Cuétara. Llegó hasta el 23-23, pero encajó seis goles consecutivos (29-23) y ahí todo se complicó una barbaridad.

El técnico local cambió de portero y lo fió todo al acierto del lateral derecho Nils Liechtlein, un zurdo implacable. Cuétara sorprendió a todos y decidió atacar con siete jugadores, rompiendo todos los cánones habituales, aun a riesgo de dejar la meta vacía. Todo inesperado. Era un toma y daca espectacular, con la grada animando sin cesar a los zorros, a golpe de tambor. El Bidasoa moría en la orilla, pero sin nada que reprocharle. Parece increíble que este sea el mismo conjunto que perdió en Logroño y después haya protagonizado tres grandes actuaciones. El próximo en Artaleku coincide con la llegada del ucraniano HC Motor, pero antes, pasado mañana, viaje a Pontevedra para rendir visita al BM Cisne.

Fuchse Berlin 34

Bidasoa 29

FUCHSE BERLIN Kireev (Milosavljev); Fabian Wiede (5), Max Dart (1), Jacob Holm (3), Lasse Andersson (1) Lichtlein (7), Lindberg (4, de penalti), Tim Freihofer, Valter Chrintz (1), Marvin Kix, Kopljar, Milos Vujoivc (2), Marsenic (4) y Paul Drux (6)

BIDASOA IRUN Skrzyniarz (Harbaoui); Iñaki Cavero (6, 3p), Ander Ugarte (1), Mikel Zabala, Eneko Furundarena (2), Julen Aginagalde, Julen Mujika, Mihajlo Mitic, Jon Azkue (10), Tom Tesoriere, Matheus de Silva (1), Gorka Nieto (3), Dariel García (3), Asier Nieto (3) y Víctor Rodríguez.

Goles 1-2, 5-3, 10-5, 12-8, 15-12, 18-15 (descanso), 20-20, 23-22, 24-23, 29-23, 32-26, 34-29.

Árbitro Lars Jorum y Havard Kleven (Noruega). Exclusiones para los locales Dart (2), Kopljar (2) y para Furundarena, Da Silva, Azkue, Mitic y Asier Nieto (2)

Incidencias Max Schmeling Halle, ante 4.517 espectadores.