No pudo ser. El Gipuzkoa Basket viajó a Burgos con la esperanza de sellar un triunfo ante el Tizona que le llevara a su segunda final four consecutiva, para luchar por el ascenso a la ACB. Sin embargo, el cuadro donostiarra cayó derrotado en El Plantío (76-73) y continuará en la LEB Oro una temporada más.
El técnico Mikel Odriozola había anunciado en la previa que el equipo guipuzcoano jugaría sin complejos en Burgos, “ilusionado pero sin presión”. Después, sobre la cancha, sus jugadores hicieron buenas semejantes palabras, plantando cara al Tizona dentro de un encuentro sumamente igualado. Un exiguo 4-7 para los visitantes significó la renta más amplia en todo el primer cuarto, período que concluyó con un 16-18 a favor del conjunto donostiarra. La serie, vistos sus cuatro primeros partidos, presagiaba equilibrio, máxima que pareció cumplirse desde un inicio.
En el arranque del segundo cuarto, un triple convertido por Ander Martínez (16-21) amagó con permitir a Gipuzkoa Basket escaparse en el marcador, pero el Tizona reaccionó para adquirir enseguida una renta similar a la guipuzcoana (31-25). Llegó entonces el turno de reaccionar para los de Odriozola, que llevaron el duelo a un prometedor 34-38 en el intermedio. No es que las espadas siguieran en todo lo alto, es que el cuadro guipuzcoano se había repuesto incluso a un momento complicado.
Tras el paso por los vestuarios, las esperanzas de que el GBC despegara hacia el triunfo se vieron defraudadadas cuando, con un parcial de 8-3 en el arranque del tercer cuarto, el Tizona devolvió el encuentro al anterior contexto de equilibrio total. Los minutos fueron consumiéndose con rentas exiguas de ambos equipos. El encuentro avanzaba apuntando claramente a un tanteador final bajo, pero con castellanos y guipuzcoanos siendo siempre capaces de responder a las canastas de su rival. Sin embargo, cuando el duelo parecía finiquitar su tercer período con un 54-50, un triple local permitió al Tizona encarar los diez minutos finales con su máxima renta (57-50). Un instante delicado para el conjunto donostiarra, obligado a reaccionar para acercarse a la victoria.
El conjunto burgalés fue, sin embargo, quien arrancó con fuerza el último período. Con un parcial de 4-0, llevó el marcador a un 61-50 que obligó ya a nadar contracorriente. El Gipuzkoa Basket peleó siempre por reaccionar y meterse en la pelea por el encuentro, pero las circunstancias resultaron demasiado complejas. Los de Odriozola lograron acercarse a tres puntos (72-69), pero su intento de remontada no pudo completarse (76-73 final).