“Cuando en el Iraurgi me ofrecieron el puesto, no tardé ni diez segundos en contestar que sí”

Va a pasar de ser el segundo entrenador del equipo la temporada pasada a ser el entrenador jefe en la que viene. ¿Cómo se tomó la llamada?

Bueno, lo primero de todo, me pilló por sorpresa que Mikel Odriozola me dijera que no seguía en el equipo. Mikel confió en mí para ser su segundo y yo quería seguir siendo ayudante suyo. Del día en que él comunica que no va a seguir al día en el que me llaman para ser el primer entrenador pasa una semana y no me lo esperaba. Yo estaba dispuesto a aceptar ser el segundo de otro entrenador que fichasen, pero cuando me ofrecieron el puesto, no tarde ni diez segundos en contestar que sí.

¿Esperaba que le ofrecieran el puesto?

La verdad es que no. Hay muchos entrenadores muy capacitados y buenísimos para muy pocos banquillos. Yo tenía en mente seguir aprendiendo y formándome, pero estoy encantado. Intentaré ayudar en todo lo que pueda al club.

¿Fue Xubi quien le llamo?

Sí. A mí me llamó Xubi antes de aceptar la oferta del Gipuzkoa Basket, que ya había empezado a trabajar en la composición del equipo.

Haciendo un repaso de su trayectoria profesional, no ha sido nunca entrenador en ligas profesionales, pero lleva muchos años en esto. ¿Cómo empezó en este mundo del baloncesto?

Yo empecé a entrenar con 17 años en el TAKE, club de baloncesto de Tolosa, que en aquel momento solo tenía tres equipos. El primer entrenador con el que compartí banquillo fue Vicente Otero, y aquel año disfruté mucho. Seguí entrenando durante unos cuantos años en la cantera, y cuando el que era el entrenador del primer equipo de Tolosa, Jimmy, trabajaba de tarde, yo llevaba los entrenamientos y los partidos. Entonces compaginaba ser entrenador y jugador. Después de esa temporada dejé de jugar, me saqué el título superior y me hice cargo del primer equipo del TAKE, con el que llegamos a jugar hasta en la Liga EBA.

El Iraurgi siempre se ha caracterizado por dar oportunidades a entrenadores jóvenes de Gipuzkoa y usted va a ser el siguiente. ¿Se siente preparado? ¿Qué retos tiene como entrenador?

Sí, me siento preparado. Al final, es algo para lo que me he ido preparando durante todos estos años en cada partido, entrenamiento y hora dedicada al baloncesto. Lógicamente, es un reto muy grande, pero estoy preparado para ello. El año pasado me sirvió para conocer este mundo y pude ver los toros desde la barrera, y ahora me toca a mí enfrentarme. Estoy con muchas ganas y súper ilusionado.

¿El club le ha puesto algún objetivo?

El club, al igual que yo, afronta una nueva etapa. Xubi ha estado al timón durante muchos años, y ahora cogerá su testigo Ibon Guridi, que hasta ahora ha sido jugador del primer equipo y su mano derecha. Para mí, como entrenador, es una gran perdida en el campo, pero seguro que lo hará muy bien en los despachos. El también está muy ilusionado y es una persona muy capaz que tiene mucha experiencia en la gestión. Como club, intentaremos mantener la ilusión del pueblo, como la temporada anterior. En cuanto a los resultados, teniendo un bloque joven guipuzcoano, y sin ser uno de los mayores presupuestos de la liga, intentaremos competir y ganar el máximo de partidos para poder estar arriba.

Acaba de mencionar que este año el polideportivo de Azpeitia ha animado mucho. Su apoyo será clave.

Sin duda. La cantera del club es espectacular y los y las jugadoras vienen a los partidos y animan mucho. Esperamos mantener ese ambiente, y si es posible, que vaya a más.

Ha hablado de tener un bloque de jugadores de casa y luego completar el equipo con jugadores de fuera. ¿Están trabajando ya en ello?

Sí. La idea del club es tener un bloque de jugadores guipuzcoanos jóvenes, y también intentar subir a jugadores de la cantera que nos puedan ayudar. Viendo la carencia de jugadores interiores que hay en Gipuzkoa, completaremos el equipo con jugadores interiores de fuera, ya pueden ser estatales, europeos, o incluso nos permiten tener una ficha de extracomunitario.

¿Como entrenador, cómo se define? ¿Cómo jugará su equipo?

Como entrenador y, sobre todo, como amante de este deporte, lo que me gusta es que haya muchos puntos, jugar al ataque. A los jugadores lo que más les gusta es meter canastas, y creo que es más fácil tener al equipo y a la grada motivados jugando al ataque, pero sin olvidar ser agresivos en defensa y tomando riesgos. En resumen, intentaremos anotar siempre un punto más que el rival (añade entre risas).

En los últimos años el club azpeitiarra ha conseguido muchos éxitos. Ascensos a la LEB Oro (la segunda categoría del basket estatal), Copas de LEB Plata… y todo ello con técnicos de Gipuzkoa. ¿Espera ser el siguiente?

Lo que se ha conseguido los últimos años es extraordinario y, aunque es difícil que se repita, me encantaría ser parte de nuevo éxitos en el club. Espero que la suerte del Iraurgi sea la mía y mi suerte sea la del Iraurgi. Hablar de títulos me parece difícil, pero, bueno, pelearemos por cada victoria. Ilusión no me falta.

Para terminar con la entrevista, hemos comentado al principio que viene de ser el entrenador ayudante del nuevo entrenador del Gipuzkoa Basket, Mikel Odriozola. ¿Ha hablado con él después de aceptar el puesto?

Mikel, sobre todo, es mi amigo. Hemos compartido muchas horas y le voy a echar mucho de menos este año. Hablamos por teléfono casi todos los días y nos desea lo mejor a mí y al club. Quiere mucho al Iraurgi. Yo también le deseo lo mejor a él y a todos los entrenadores. Es un gran entrenador y no tengo duda de que hará una gran temporada con su equipo.

¿Ha recibido muchas felicitaciones?

La verdad es que sí. Hace mucha ilusión que entrenadores con los que llevas años sin coincidir se acuerden de ti y te feliciten. Por ejemplo, Domingo Cano, del equipo de EBA de Valladolid, al que en su día me enfrenté en Tolosa, me ha felicitado y me ha hecho mucha ilusión. También Lolo, entrenador que acaba de fichar por el Burgos, y otros entrenadores me han llamado. Me siento muy agradecido a todos ellos.