- La Copa ACB regresa al abrigo de La Alhambra 27 años después en busca de que se cumpla lo que decía aquella película ochentera de que “Todo es posible en Granada”. En 1992 ganó el torneo en la ciudad nazarí el Estudiantes; en 1995, lo hizo el Baskonia, entonces Taugrés. Ninguno de los dos está en una cita que en 2022 vuelve a tener como favoritos al Barcelona y al Real Madrid que desde 2009, cuando ganaron precisamente los gasteiztarras, se reparten los títulos a partes iguales y han disputado ocho finales entre ellos. Por más que antes del torneo todo el mundo se empeñe en apelar a las sorpresas, por algo será que los dos grandes monopolizan el torneo en ya más de una década. En la edición de 2021, disputada sin público, se impuso el Barça, que con Saras Jasikevicius al mando parece haber cogido la medida a su gran rival.

Por eso, siempre hay que acudir a lo novedoso para tratar de encontrar la gracia a una Copa previsible en su desenlace. La presencia del Manresa, el UCAM Murcia y el Breogán supone un soplo de aire fresco porque premia los méritos de los tres en la primera vuelta y porque ha supuesto que candidatos habituales como el Unicaja, el Gran Canaria o el propio Baskonia vayan a ver la cita por la televisión. Los catalanes y los gallegos se enfrentan en cuartos de final a los dos grandes por lo que parten con el cartel de víctima. Los murcianos debutan ante el Valencia, pero el covid puede arruinarles la fiesta ya que arrastran un brote con varios afectados, entre ellos Sito Alonso, y no afrontarán el torneo en las mejores condiciones.

Joventut y Tenerife lanzan hoy (18.30) el torneo en lo que se antoja como el duelo más equilibrado. El pasado sábado se impusieron los de Txus Vidorreta con autoridad en Badalona, pero esta es otra historia. El técnico bilbaino afronta su octava participación en el torneo y aspira al menos a llegar a las semifinales y buscar sus opciones ante el ganador del Real Madrid-Breogán (hoy, 21.30). La gran atracción de la Copa está en el equipo lucense, Dzanan Musa, pero el bosnio va a necesitar mucha ayuda para tumbar a los de Pablo Laso, que llegan sin Carlos Alocén, lesionado, y con dudas sobre su estado de forma real.

La jornada de mañana se abrirá (18.30) con el Valencia-Murcia, condicionado por la salud de los murcianos, que ya lograron imponerse a los taronjas en la liga, pero ahora quizás no puedan imponer su estilo agresivo en los dos lados de la cancha. Sin embargo, el conjunto de Peñarroya está ahora más armado y se presenta como el rival con más argumentos para discutir el pronóstico al Madrid y al Barça. Los vigentes campeones cerrarán los cuartos (21.30) en un derbi ante el Manresa, que ya les ganó en el Palau. Todos esperan mucho del equipo de moda, de su propuesta valiente, pero los problemas físicos de Moneke y Bako pueden limitarles ante los azulgranas, a quienes su técnico habrá motivado. La ausencia de Higgins no debe pesar porque el Barça tiene plantilla suficiente para manejar los esfuerzos.