El Delteco GBC encajó una lógica derrota en su visita al Palau Blaugrana, donde cayó por 88-71 ante un Barça Lassa muy superior de principio a fin, y sus opciones de permanencia en la Liga ACB penden de un hilo muy fino. El equipo de Sergio Valdeolmillos no está sentenciado aún. Tiene opciones. Pero necesitará de una carambola muy complicada en la última jornada si quiere seguir en la máxima categoría. Primero tendrá que ganar al Real Madrid en Illunbe el domingo a las 12.30 horas, una primera premisa ya de por sí difícil. Pero, además de superar al equipo de Pablo Laso, necesitará que el Obradoiro pierda en Santiago ante el Barça y que el Estudiantes -ya salvado tras haber superado ayer precisamente al Obradoiro con un partidazo del donostiarra Brizuela- gane en su visita al Joventut, ya que un empate múltiple en el que esté implicado el Estudiantes perjudica al Delteco GBC.
Esta triple combinación de resultados es la única que permitiría al conjunto guipuzcoano continuar un año más en la Liga ACB y rematar una épica remontada que puede quedarse corta. Teniendo en cuenta cómo estaba en la 22ª jornada, colista a tres victorias de la salvación, llegar con opciones a la última hoja del calendario es más que meritorio, pero las tres derrotas consecutivas contra Baskonia, Fuenlabrada y Barça, y los resultados de los demás equipos en la zona baja de la tabla le han perjudicado y tiene pie y medio en la LEB. Aunque el GBC ha demostrado una extraordinaria capacidad de superación en los últimos tres meses, así que cabe esperar cualquier cosa de la última jornada, incluso que gane al Madrid y que los otros resultados culminen una carambola para la permanencia. Que el Obradoiro caiga ante el Barça entra dentro de la lógica, no tanto que el Estudiantes gane a domicilio a un Joventut que se juega el play-off.
Eso sí, para batir al conjunto blanco, que retoma mañana la Liga ACB contra el Valencia antes de visitar Illunbe, necesitará mejorar mucho su rendimiento. Ganar al Barça o al Madrid obliga a hacer un partido perfecto o casi perfecto. Y ayer el equipo de Valdeolmillos estuvo lejos de su mejor nivel. El conjunto blaugrana jugó demasiado cómodo desde el primer minuto ante un GBC que no marcó las diferencias en defensa y que encima no tuvo el día en ataque. Su 11/34 en triples hizo imposible la heroica. Ante un Barça exuberante físicamente, que impedía que el GBC anotara cerca del aro, era imprescindible meter muchos puntos de fuera, pero no sucedió así. Nevels acreditó un pobre 1/6 en triples, Corbacho (que jugó más que nunca) se quedó en 1/5, Zeisloft hizo un 3/8 cuando estaba rondando el 50% desde que fichó... Lo peor de todo es que bastantes de esos tiros fueron liberados, pero no entraron. Así que el Barça ni siquiera tuvo que apretar el acelerador. Le bastó con mantener una intensidad media en defensa y apretar a ratos en ataque.
Una canasta de Nevels y un triple de Zeisloft pusieron el 2-5 de inicio en el Palau, pero a partir de ahí al GBC le costó muchísimo anotar y en el minuto nueve ya perdía 18-8, desventaja que disminuyó Corbacho con un triple desde nueve metros (18-11). Fue la única canasta del alero, que luego falló todo lo que tiró. El Barcelona estaba jugando muy tranquilo y solo necesitaba una racha anotadora para romper el partido. No tardó en llegar ese momento y mediado el segundo cuarto el marcador ya era de 31-16. El GBC se mostraba absolutamente impotente de superar la muralla azulgrana y solo alguna acción individual de Nevels y Beqa le permitió mantener el tipo, aunque de lejos: 42-27.
46-27 en el tercer cuarto La sentencia llegó con dos canastas consecutivas de los locales nada más reanudarse el duelo, que significaron el 46-27, una desventaja ya imposible de recuperar en el Palau por mucho que el Delteco GBC haya escrito este curso unas cuantas páginas épicas. Lo intentó el equipo guipuzcoano, que trató de meterse en el partido liderado por el guerrero Burjanadze y llegó a ponerse a ocho puntos en el último cuarto con un triple de Zeisloft (68-60) y después a siete con el despertar de un Rebec muy errático (73-66), pero un 5-0 de parcial acabó por enterrar cualquier tipo de opción (78-66) y convirtió en intrascendentes los tres últimos minutos hasta el 88-71 final.
Necesitará más que un buen partido de Beqa o de las apariciones fugaces de Rebec, Zeisloft o Nevels el Delteco GBC si quiere derrotar al Real Madrid en la última jornada. Los blancos se juegan el liderato y, aunque cabe la posibilidad de que reserven jugadores en Illunbe, siguen teniendo una plantilla muy superior. Toca apelar a la épica y a que los demás resultados ayuden: ganar, que el Estudiantes también lo haga y que el Obradoiro caiga ante el Barça. Muy difícil, pero no imposible. Aún hay opciones de evitar un nuevo descenso que supondría un duro golpe a un proyecto que sigue cogido con pinzas.