donostia - Era el típico partido trampa. El IDK Gipuzkoa retomaba la competición después de un parón demasiado prolongado -tres semanas sin jugar- y recibía al colista de la Liga Dia, un Estudiantes que no había ganado ningún partido en toda la temporada. Un cóctel peligroso porque la victoria era la única opción. Y el equipo guipuzcoano estuvo a punto de sufrir un serio tropiezo. El IDK se mostró irregular, atascado en ataque e inconsistente en defensa, y la derrota planeó durante muchos minutos por el Gasca. Pero las de Azu Muguruza supieron templar los nervios, tiraron de defensa, Alleyne dominó los rebotes y Aduriz surgió con un par de canastas consecutivas para amarrar un triunfo que se antoja absolutamente fundamental para seguir en la carrera por el play-off.
El IDK Gipuzkoa estuvo errático, sin encontrar su ritmo, quizás debido a esas tres semanas sin jugar. El anterior parón también le sentó mal a las jugadoras entrenadas por Azu Muguruza. Y eso que ayer empezaron bien, con un 11-4 que hacía pensar en una matinal cómoda. No lo fue ni de lejos. El Estudiantes igualó a once y solo en la recta final del segundo cuarto logró despegarse ligeramente el equipo local: 35-28.
En la reanudación, de nuevo con el quinteto titular en cancha -Brkic, Aduriz, Nystrom, Weaver y Alleyne-, el IDK pareció despegarse definitivamente, con un 46-33 tras un par de aciertos lejanos de la base croata y la alero sueca. Pero de nuevo se metió en un bache el conjunto guipuzcoano. La rotación no dio los resultados esperados porque Toch Sarr, Lara González e Italee Lucas no aportaron mucho saliendo desde el banquillo y el Estudiantes se fue poco a poco sintiendo más cómodo, así que al término del tercer cuarto el partido no estaba ni mucho menos resuelto (55-50).
Azu Muguruza tiró de nuevo de las jugadoras ayer más fiables, pero para entonces el conjunto madrileño estaba ya crecido y veía cercana la posibilidad de estrenar su casillero de triunfos, hasta el punto de empatar a 57 a siete minutos de la conclusión. Empezaban los nervios de verdad para el IDK, atascado e impreciso. Ante esta tesitura, el equipo guipuzcoano se aferró a su mejor arma, la defensa. En esa labor resultó fundamental Alleyne, clave cerrando el rebote. Hasta 20 rechaces capturó la pívot estadounidense, que además metió el 59-57. Luego anotó Weaver, que estuvo fallona pero que siempre asume responsabilidades, y luego pidió protagonismo Aduriz, con dos acciones seguidas que significaron el 65-61 a falta de tres minutos y medio. De ahí al final, el IDK solo recibió una canasta y Weaver metió el tiro libre que puso el 66-63 definitivo. Sufrieron las guipuzcoanas, pero lograron un triunfo más, el undécimo de la temporada.