El pasado día 22 se cumplieron ocho años de una de las mayores gestas individuales que el baloncesto puede recordar. Aquella noche de 2006, y auspiciado por aquellos Lakers de transición, el escolta escribió su nombre en la historia con 81 puntos; la segunda mejor marca de la historia de la NBA, solo batida por la inalcanzable cifra de 100 tantos que obtuvo Wilt Chamberlain allá por 1962.