EL Lagun Aro GBC es cuarto en la clasificación de la ACB. Ya ocupó ese puesto la temporada pasada en dos ocasiones, en la jornada cinco (con un balance de 4-1) y en la doce (7-5), pero hacerlo en la 23ª jornada, con dos tercios de liga consumidos, tiene un mérito extraordinario para un equipo modesto, que hace poco era una de las revelaciones de la liga pero que ahora es una realidad. Con cimientos muy sólidos además. Su racha de once triunfos en las últimas trece jornadas, con víctimas como el propio Unicaja, el Banca Cívica, el CAI Zaragoza o el Gescrap Bizkaia, no está al alcance de cualquiera. Estas son las claves del cuarto mejor equipo de la ACB.
actitud irreprochable
Veteranos, pero con el empeño de los jóvenes
El Lagun Aro cuenta con una serie de jugadores como Vidal, Salgado, Panko o Doblas ya veteranos en la liga pero con una ambición propia de los debutantes. En el caso del alero, quiere reivindicarse tras sus dos años sin jugar en el Real Madrid, mientras que Panko y Doblas, con una trayectoria amplia en la ACB -especialmente el americano- pero sin grandes éxitos, se muestran más ambiciosos que nunca porque están en un equipo ganador, han jugado su primera Copa y quieren seguir haciendo historia. Salgado ya logró cosas importantes en Bilbao y ahora quiere repetir en el Lagun Aro, donde tiene la responsabilidad añadida de ser el capitán.
También muestran una ambición especial dos jugadores de un currículum amplio como Papamakarios, ilusionado como el que más en su primera experiencia fuera de Grecia, y Betts, que en verano no tenía equipo y se ve ahora teniendo un papel bastante importante en uno de los mejores equipos de la liga. Si Miguel Santos, entonces presidente, siempre se ha referido al primer ascenso a la ACB como el de los hombres con hambre, en referencia a la ambición de un equipo con un técnico y unos jugadores prácticamente desconocidos, el equipo actual podría ser el de los veteranos con hambre.
dinámica victoriosa
El equipo, fiel a su estilo, se cree capaz de ganar a cualquiera
El Lagun Aro practica un baloncesto alegre, intenso y con vocación ofensiva propuesto por Sito Alonso a su llegada y que ha calado en el vestuario. Los últimos partidos han sido la muestra de que el equipo tiene un estilo que le ha llevado a su extraordinario momento actual y que no piensa renunciar a él. Contra el CAI, los jugadores corrieron un gran riesgo haciendo falta para tener el último balón, pero la jugada les salió redonda, y contra el Estudiantes los jugadores no cejaron en su empeño hasta el minuto 40 y este esfuerzo sirvió para alcanzar los 103 y hacer así historia. Con su estilo, el Lagun Aro rebosa confianza, se siente capaz de ganar a cualquiera y nunca da por perdido un partido. Es el equipo irreductible, al que hay que ganar varias veces para derrotarle del todo.
jugadores en gran forma
Panko, Vidal, Salgado y Baron están pletóricos
Si un equipo no se comporta como tal, es imposible rendir al nivel que está exhibiendo ahora el Lagun Aro, pero igual de cierto es que dentro del equipo destacan algunos nombres propios que están elevando al club a sus cotas más altas. Son Panko, Vidal, Baron y Salgado.
El ala-pívot y el alero son las dos estrellas del conjunto guipuzcoano. Ambos se encuentran entre los siete jugadores más valorados de la ACB. Panko, a sus 34 años, está mejor que nunca. Desde su posición de cuatro, se ha convertido en el mejor anotador de la ACB con una media de 19,6 tantos por encuentro porque resulta muy difícil de parar. Sus 30 puntos contra el Estudiantes y los 23 contra el Unicaja, 19 de ellos tras el descanso, han sido sus dos últimas exhibiciones. Vidal, por su parte, es el jugador español más valorado, pero su trabajo está muy por encima de las estadísticas porque hace de todo: anota, defiende, rebotea, asiste. Está pletórico físicamente y su energía es contagiosa.
La segunda unidad la forman Salgado, en su mejor momento desde que llegó a Donostia y que figura como tercer máximo asistente de la liga, y Baron, irregular pero decisivo en algunas victorias recientes (Murcia, CAI Zaragoza y Unicaja).
secundarios de lujo
Papamakarios, Doblas o Neto asumen su rol con naturalidad
Los cuatro jugadores citados absorben casi todo el juego ofensivo del equipo y sus compañeros saben que tienen que asumir un rol menos importante, pero lo hacen con gusto. Doblas y Betts apenas lanzan ocho tiros por partido entre ambos, pero saben que su labor en el rebote es vital para el éxito del equipo. A Papamakarios le costó adaptarse a la liga, pero en los dos últimos partidos ha ofrecido un gran nivel mientras que Neto, a sus 19 años y en su primera campaña en la ACB, es un gran complemento a Salgado.