Donostia. Tras cerrar 2010 con una derrota en la cancha del Unicaja, el Lagun Aro GBC abre el nuevo año regresando a su feudo, un San Sebastián Arena donde le espera el clásico partido trampa, es decir, uno de esos duelos en los que por algún motivo estás obligado a ganar pero que se te puede complicar a poco que no tengas el día. En este caso, el equipo de Laso recibe al Meridiano Alicante, colista de la ACB (18.00 horas), pero un colista claramente al alza, que ha ganado dos de sus últimos cinco partidos y que puede ser un rival realmente peligroso.
La culpa de la mejoría de este Alicante que hace apenas un mes parecía hundido la tienen tres nombres propios: Txus Vidorreta, Martin Rancik y Kenny Hasbrouck. Es decir, un entrenador nuevo, un ala-pívot que este año ya ha militado en el Bilbao Basket y el Caja Laboral, y un escolta completo, capaz de hacer de todo en la cancha. Con ellos, y con un cambio de mentalidad importante que ha hecho que buenos jugadores como Pedro Llompart, Mario Stojic, Serkan Erdogan o Martynas Andriuskevicius vuelvan a mostrar su mejor cara, los alicantinos han ganado en las últimas semanas al Unicaja y al Gran Canaria y han plantado cara al Joventut y al Valencia. Una carta de presentación como para andarse con cuidado.
El Lagun Aro es consciente de que ganar al colista no está regalado, según se desprende de las declaraciones de Laso: "El Alicante es un equipo totalmente nuevo. El partido será muy diferente a lo que marca la clasificación". Si los jugadores logran interiorizar este mensaje, está claro que el conjunto guipuzcoano es favorito porque cuenta con una pareja de bases bastante más solvente que la alicantina, con un Baron que sigue a un altísimo nivel y con un Doblas en un momento espectacular. Además, hasta la fecha los de Laso han ganado cinco de los seis partidos jugados en casa.
Ganar supondría abrir un hueco enorme -cinco victorias- sobre la zona de descenso y probablemente regresar a los ocho primeros puestos de la clasificación, con lo que las opciones de entrar en la Copa del Rey aumentarían de cara a la recta final de la primera vuelta.