donostia. La llegada de Fotis Katsikaris al banquillo del Bilbao Basket ha servido, entre otras cosas, para que Jerome Moiso vuelve a sentirse importante después de no contar para el anterior técnico, Txus Vidorreta. "Fotis me dejó claro que quería que me quedara y yo estaba de acuerdo con él. Quedarme e intentar que mi juego fuera más fiable era la mejor opción para las dos partes", señala el pívot francés en la revista oficial del club vizcaino.

Moiso asegura que la plantilla sabe que su único objetivo es la salvación: "Anímicamente estamos bien. Ya asumimos nuestra situación, no teníamos otra opción. No nos queda otra que luchar por mantenernos. La expectación con el equipo era realmente alta y las cosas no han ido tan bien. Hemos pasado momentos muy malos, pero no somos un mal equipo. Podemos escalar posiciones".