Reconciliación
El Lagun Aro GBC muestra signos de mejoría y pone fin a su fatídica racha de siete derrotas seguidas con un valioso triunfo ante un Murcia que opuso poca resistencia
Donostia. Sólo había que ver la cara de los jugadores, sonrientes por primera vez en mes y medio, para darse cuenta de que necesitaban una victoria como el comer. La fatídica racha de siete derrotas consecutivas, un ciclón que amenazaba con llevarse todo por delante, por fin acabó ayer. Lo hizo con una victoria holgada (84-68) ante un flojísimo CB Murcia, que demostró por qué es el colista y que apenas opuso resistencia a un Lagun Aro GBC mejorado respecto a las últimas semanas, aunque no se sabe a ciencia cierta cuánto. Para ello habrá que esperar una mayor competencia enfrente, pero como punto de partida hacia la salvación no está nada mal. Si Laso, quien mejor conoce la plantilla, dice que lo que necesitaban para recuperar la confianza era simplemente ganar, pues habrá que creer que esto sea un punto de inflexión hacia la mejor versión del Lagun Aro, aquélla que se vio a principios de temporada y que le debería servir para lograr la permanencia.
Laso se dejó de experimentos y entregó los galones a los cinco titulares: Sergio, Barbour, Panko, Ignerski y Doblas. El partido no permitía medias tintas ni probaturas. Había que poner toda la carne en el asador. Era el día para reaccionar y los que debían tirar del carro eran estos cinco. Y a la hora de la verdad, cuando la soga del descenso empezaba a apretarles el cuello, respondieron a un nivel, en general, alto. Eso sí, les costó soltarse. La racha de derrotas estaba empezando a ser un lastre en la cabeza de unos jugadores atenazados por la responsabilidad. Ayer, en los primeros minutos, los de Laso fallaron ocho de sus nueve primeros triples, casi todos lanzados después de mover bien el balón. Los nervios hacían que la canasta fuera pequeña.
Fue Barbour quien abrió la veda. Tras un mes horrible, el de Kentucky estuvo mejor ayer. No jugó un partido espectacular, pero estuvo más centrado y acertado que otros días. Sólo le sobraron un par de tiros forzados. El caso es que dos triples consecutivos suyos, y otro de Sergio con el reloj a cero, dieron al Lagun Aro seis puntos de renta al término del primer cuarto (22-16).
Los siguientes diez minutos fueron los más espesos, en parte porque el Murcia se puso las pilas en defensa y en parte porque las rotaciones hicieron que bajara el nivel ofensivo del Lagun Aro. El resultado no debe ocultar alguna realidad, como que el banquillo aporta demasiado poco en ataque y que eso sólo se soluciona acudiendo al mercado. Una rotación exterior se antoja necesaria para la recta final de la temporada. Pese a todo, un par de acciones de Panko, un líder que ayer ejerció como tal, permitieron alcanzar el descanso con una interesante ventaja de ocho puntos.
Tercer cuarto clave A la vuelta de vestuarios fue cuando los de Laso rompieron definitivamente el partido. Se olvidaron por fin de toda la presión con la que llevan días cargando y se centraron en plasmar sobre la pista su superioridad sobre el Murcia. Coincidió con el despertar de Ignerski, inédito en los primeros veinte minutos pero que anotó nueve puntos en el tercer cuarto. Si aporta el polaco, Panko suma como la hace habitualmente, Sergio coge las riendas y Doblas se impone en el cinco... pasa lo que tiene que pasar, al menos ante rivales de la zona baja, que el Lagun Aro es mejor. Al término del tercer cuarto, la renta era ya de 18 tantos (64-46). Tras siete jornadas de sufrimiento, el Lagun Aro y los aficionados tenían un cuarto entero para disfrutar.
La reconciliación (con su propio juego y con su gente) era una realidad. En los últimos minutos, el equipo guipuzcoano llegó a gozar de hasta 24 puntos de renta, aunque luego encajó un parcial de 0-9. Incluso hubo tiempo para que Barbour hiciera su tercer mate del día. No fue para tirar cohetes, pero una victoria es una victoria, y hay que valorarla. Sólo cabe esperar que no sea un triunfo aislado, sino un punto de inflexión. Este equipo puede y debe dar más de sí. Ahora tiene unos días para recuperar fuerzas y afrontar al 100% la lucha por la salvación. La batalla continúa con un plato fuerte: el derbi en el BEC el 28 de febrero.