donostia. La racha de siete derrotas negativas que tanto daño está haciendo al Lagun Aro GBC debe acabar hoy. La visita del colista de la ACB, el Murcia, al San Sebastián Arena (12.30 horas) debe suponer un punto de inflexión para un equipo en dinámica descendente y que necesita ganar urgentemente si no quiere meterse aún en más problemas clasificatorios. El rival, todavía con más urgencias ya que está a tres triunfos de la salvación, es el idóneo para volver a saborear una victoria, mes y medio después de haber ganado al Estudiantes.
La semana ha sido revuelta en el seno del Lagun Aro. Por si el partido no fuera lo suficientemente importante -si no es una final, se le parece mucho- Laso le ha puesto más pimienta con unas declaraciones en las que ponía en duda el compromiso de algunos jugadores, sin citar nombres. Máxima tensión tanto en la cancha como en las gradas, con una afición deseando ver ganar a su equipo pero también harta de que los protagonistas no rindan como deben desde hace muchas semanas.
Sólo un triunfo puede calmar el ambiente y permitiría afrontar con cierta calma el obligado parón por la Copa. Permitiría al cuerpo técnico y a los dirigentes reflexionar sobre las necesidades de una plantilla que pide a gritos algún refuerzo, porque ganar hoy es obligatorio, pero sólo la primera piedra de un camino hacia la permanencia que se vislumbra tortuoso. En la otra opción, la derrota, es mejor no pensar, porque sus consecuencias son impredecibles. Encajar la octava derrota seguida y hacerlo frente al colista obligaría a tomar decisiones drásticas, pero ni club, ni técnicos, ni jugadores quieren llegar a ello. Se han conjurado para ganar ya.
todos listos Laso podrá contar con sus diez jugadores para esta trascendental cita. Estará David Doblas, totalmente recuperado de su esguince de tobillo. El cántabro tendrá hoy un relevante papel, porque el Murcia presume de un juego interior de alto nivel, con el tridente que forman Chris Moss, Paulo Prestes y Josh Asselin. Entre los tres aportan intimidación, puntos y rebotes, y son el valor más fiable de un Murcia que en lo que va de liga sólo ha ganado cuatro partidos -ninguno a domicilio- y que está liderado por Milos Vujanic, un talentoso base "capaz de desequilibrar un partido con sus puntos y sus asistencias", según Laso. Poco más tiene el equipo entrenado por Edu Torres, que por algo ocupa el último puesto de la liga.
En cualquier caso, los murcianos llegarán con el cuchillo entre los dientes, porque saben que, si no ganan, estarán prácticamente en la LEB. Por tanto, el Lagun Aro deberá saltar a la cancha como mínimo con la misma actitud. A partir de ahí, es hora de que Barbour, Detrick y Panko, el tridente exterior, recuperen la puntería y anoten puntos indispensables para ganar.
El último ingrediente es el público. Pese a que no se augura una gran entrada, los aficionados que asistan deben ejercer de sexto hombre para que el partido de hoy sea ese deseado punto de inflexión.