La candidata de Rassemblement National, Marine Le Pen, ha excluido al euskera y a los idiomas regionales franceses al "ámbito extraescolar o asociativo". "La escuela debe centrarse en la enseñanza de las habilidades básicas", ha respondido la candidata de la extrema derecha a apenas 48 horas para la celebración de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, en las que el actual presidente, Emmanuel Macron, parte como favorito ante ella.

"El idioma de la República es el francés", zanja la ultraderechista en una entrevista en el periódico Ouest-France, en la que concede una hora cada dos semanas a la enseñanza de la "historia regional" en el currículo académico oficial. Le Pen asegura que otros idiomas que se hablan en el Hexágono (muchas de ellas, en peligro de extinción), como el euskera, "son parte de nuestro patrimonio".

Por eso, considera que "su aprendizaje no supone ningún problema", eso sí, con un matiz: "Siempre que se realice en el ámbito extraescolar o asociativo".

En Francia existe un movimiento partidario de las lenguas regionales, hasta 75, que vivió un gran hito en 2021 con la aprobación de la denominada Ley Molac, en contra del criterio del Gobierno francés. El objetivo de la ley, reconoció el diputado bretón Paul Molac a este diario, era "garantizar la enseñanza inmersiva en lenguas regionales y la financiación de los centros educativos, reconocer de forma oficial el uso del bilingüismo en la vida pública y permitir la utilización de signos diacríticos como la letra ñ en los documentos oficiales". Esta circunstancia hace que nombres como 'Iñaki' o 'Beñat' sean anticonstitucionales en Francia.

La decisión del Consejo Constitucional de Francia apenas un mes después de la aprobación de la Ley Molac devolvió algunos aspectos adonde estaban, como la prohibición de que los registros civiles pudieran incluir signos no reconocidos por la lengua francesa. "Los particulares no pueden valerse, en sus relaciones con las administraciones y los servicios públicos, del uso de otra lengua que no sea el francés", zanjaron los magistrados antes de recordar el segundo artículo de la Constitución francesa: "La lengua de la República es el francés".

Apenas un año después de que se aprobara la Ley Molac y el Consejo Constitucional retocara algunos de sus artículos, el debate vuelve a estar sobre la mesa con las declaraciones de Le Pen en el diario Ouest-France, con sede en Rennes (capital de Bretaña), donde entre otros idiomas, destacan el bretón y el galó.