- El jefe de los servicios secretos franceses durante los atentados yihadistas del 13 de noviembre de 2015 asumió ayer “el fracaso” por no haber evitado esos ataques, los peores en territorio francés desde la Segunda Guerra Mundial por los 130 muertos que causaron.

Patrick Calvar, responsable de la Dirección General de Seguridad Interior (DGSI), recalcó en su testimonio en el juicio por esos atentados que las herramientas legales nacionales y europeas no estaban entonces adaptadas al nivel de la amenaza real. “Cada atentado que no impedimos es un fracaso de los servicios secretos. Esa vez no pudimos evitarlo, pero no se puede dudar del compromiso de los servicios secretos”, refirió Calvar durante su esperado testimonio en el macroproceso que juzga en París a una veintena de acusados por los ataques.

“El riesgo cero nunca existirá”, insistió el alto funcionario, jubilado desde 2017 y quien durante sus dos horas de intervención reconoció errores propios, pero también fallos estructurales. Así, el exjefe de los servicios secretos galos puso el acento en la deficiente coordinación europea durante 2015, cuando cerca de un millón de refugiados llegaron a Europa en plenas guerras civiles en Siria e Irak. “Influyó la porosidad de la frontera Schengen, la ausencia de control con la crisis migratoria que trajo a más de un millón de personas en un periodo de tiempo muy corto. Si hubiese habido un control biométrico en la frontera Schengen y ese fichero se hubiese cotejado con los ficheros nacionales, los habríamos detenido”, dijo en referencia a los autores.

Calvar también mencionó que la DGSI intentó evitar lo máximo posible las salidas de yihadistas a Siria e Irak, donde recibían entrenamiento militar. “Lo hicimos con entrevistas administrativas, sin ser coercitivas, impedimos algunas, otras muchas no. En 2014 logramos por fin una ley que impedía las salidas del territorio. El problema es que algunos tenían doble nacionalidad y no podíamos evitar que se fuesen”, ahondó.