- Hungría y Polonia confirmaron ayer su amenaza y bloquearon la ampliación de los presupuestos europeos, claves para la puesta en marcha del fondo de recuperación de la pandemia. Budapest y Varsovia tratan así de sortear la vinculación de estas ayudas con el respeto del Estado de derecho, un movimiento que retrasará aún más la llegada de este dinero al resto de socios.

En concreto, ambos gobiernos impidieron que los embajadores de los Veintisiete ante la UE diesen su visto bueno preliminar a la Decisión de Recursos Propios, que debe ser aprobada por unanimidad entre los países miembros. Sin su ratificación, la Comisión Europea no puede emitir la deuda con la que financiar el plan.

El portavoz del Gobierno húngaro, Zoltan Kovacs, confirmó que su país es uno de los dos estados miembros que se han opuesto. “Hungría ha vetado el presupuesto, como advirtió el primer ministro Orbán, porque no podemos apoyar el plan en su forma actual”, dijo, para después añadir que es “contrario” a lo acordado por los líderes europeos en julio.

Minutos antes de la votación, Kovacs había señalado que Budapest se había opuesto desde el principio al mecanismo que vincula las ayudas europeas al respeto del Estado de derecho. “La carga de la responsabilidad recae sobre aquellos que han dado pie a esta situación”, había advertido el portavoz.

El otro país que se ha opuesto a aprobar este instrumento legal ha sido Polonia, cuyo primer ministro Mateusz Morawiecki también había advertido durante las últimas semanas de los problemas de su Ejecutivo con el mecanismo pensado para proteger los principios y valores europeos.

La Decisión de Recursos Propios permite ampliar el presupuesto de la UE para los próximos siete años y también abre la puerta a que Bruselas pueda emitir la deuda con la que financiar el plan anticrisis. Sin que sea aprobada por los Veintisiete no hay posibilidad de sacar adelante ni el presupuesto comunitario pactado ni el fondo de recuperación.

Antes de la reunión, un alto diplomático europeo había advertido de que la UE entraría en una nueva “crisis” si Budapest cumplía su amenaza de bloquear el paquete presupuestario. “Si, como ha anunciado el Gobierno húngaro, bloquean el presupuesto comunitario y la decisión sobre recursos propios, estamos de nuevo en una crisis”, había señalado.

Las mismas fuentes mostraban entonces su confianza en que las “conversaciones entre bambalinas” permitiesen evitar la “crisis” en la que la UE estaba “a punto de entrar”, algo que finalmente se ha materializado.

Ahora este asunto podría ser abordado por los jefes de Estado y de Gobierno en su reunión por videoconferencia de este jueves, prevista en un principio para abordar la gestión de la segunda ola de la pandemia.

Por su parte, el comisario de Presupuestos, Johannes Hahn, ha confesado su “decepción” por el hecho de que el paquete presupuestario no haya avanzado en la reunión de embajadores de este lunes y ha pedido a todas las capitales que asuman su “responsabilidad política”. “¡Esto no va de ideologías sino de ayudar a nuestros ciudadanos en la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial!”, enfatizó el austriaco.

El farol de Orbán y Morawiecki. La segunda ola del coronavirus ha azotado con mucha más fuerza que la primera Europa central. Por eso, expertos diplomáticos consideran que la amenaza de los primeros ministros de Hungría y Polonia, Viktor Orbán y Mateusz Morawiecki, no es más que un farol para tratar de que Europa rebaje su vigilancia sobre el Estado de derecho, pero terminarán cediendo por su falta de recursos para hacer frente a la rápida expansión de los contagios. De hecho, las ayudas netas del fondo de recuperación equivaldrán al 2,5% del PIB en ambos casos, porcentaje superior al de Italia y muy cercano al de España.