- La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente del país, Frank-Walter Steinmeier, apelaron ayer sábado, en el trigésimo aniversario de la unidad de Alemania, a la "valentía" de la reunificación para afrontar retos como la pandemia de covid o el cambio climático.

Ambos participaron en el acto principal de las celebraciones para conmemorar el 3 de octubre de 1990, que tuvieron lugar en Potsdam, y ambos trataron de establecer comparaciones entre aquel momento histórico y el actual, y de trasladar las enseñanzas al presente.

"Hizo falta mucha valentía para llegar hasta aquí. Las personas en la RDA que salieron a la calle y alentaron la revolución pacífica, pero también la valentía de aquellos en la antigua República Federal que pusieron rumbo a la unidad alemana", señaló la canciller en un comunicado. El presidente, en la intervención principal, apuntó en la misma dirección, que ante "el coronavirus, el cambio climático, el debilitamiento de las alianzas tradicionales, el aumento de la inestabilidad en el mundo" pidió "valentía" y no "resignación", "como hace 30 años".

A juicio de Merkel, "treinta años después de la reunificación, el mundo no es necesariamente más pacífico". Steinmeier y Merkel recordaron especialmente a los habitantes de la RDA que empezaron a salir semanalmente a manifestarse en las calles, a pesar de la represión política, erigiéndose en uno de los principales elementos de presión contra su gobierno.

"La valentía de la revolución pacífica la necesitamos hoy", afirmó Steinmeier, que pidió un monumento en recuerdo a los protagonistas -muchos de ellos anónimos- de ese movimiento democrático que dio la puntilla a una RDA política, social y económicamente agotada.

El presidente llamó a los alemanes a sentirse orgullosos "de lo conseguido" en estas tres últimas décadas: "Vivimos en la mejor Alemania que nunca ha habido. Alegrémonos y sigamos construyendo para asegurar un buen futuro".

No obstante, Steinmeier reconoció que la integración completa no se ha alcanzado aún, que pese a los avances es un trabajo incompleto. "30 años después de la reunificación, hemos avanzado, pero no estamos donde queríamos", aseguró.

La reunificación es un proceso inconcluso: el auge de la extrema derecha, las diferencias económicas, y hasta el desigual impacto del coronavirus sólo pueden explicarse hablando de aquel muro.

La tesis de las persistentes desigualdades económicas, sociales y políticas entre el este y el oeste, pese a tres décadas de esfuerzo de integración y miles de millones en cohesión, son ampliamente compartidas: del desempleado de larga duración de Magdeburgo al banquero en Fráncfort, pasando por la inmensa mayoría del espectro político, con la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) y los postcomunistas de La Izquierda a la cabeza, e incluyendo a Angela Merkel, la primera canciller alemana procedente de la antigua República Democrática (RDA).

"Hemos conseguido mucho en estos 30 años. Hemos logrado reducir claramente las diferencias de nivel de vida entre el este y el oeste. Pero persisten diferencias estructurales. Son necesarios más esfuerzos. Porque la reunificación no es una tarea concluida, sino un proceso en marcha", aseguró esta semana la canciller.

Según el informe 30 años de la Reunificación Alemania de la Oficina Federal de Estadística (Destatis), la riqueza de las familias es más del doble en el oeste que en el este (182.000 euros de media frente a 88.000 euros), mientras que el porcentaje de personas en riesgo de pobreza en el este es de casi el 18% por el 15% del oeste.

Los seis "nuevos estados federados", los provenientes de la antigua RDA (con la excepción de Berlín, por su capitalidad), aportan menos a la economía, exportan significativamente menos, tienen peores sueldos, menores pensiones, y una población más envejecida y más rural, con más problemas de sobrepeso y mayores necesidades en dependencia.

Incluso en la pandemia las diferencias son significativas. El coronavirus tuvo una incidencia claramente inferior en los Länder del este. En un extremo se sitúan, Mecklemburgo-Antepomerania y Sajonia-Anhalt, ambas en el este, que acumulan desde el inicio de la pandemia 75,8 y 121,9 casos por cada 100.000 habitantes. En el otro extremo se encuentran Baviera y Baden-Württemberg, "Länder" occidentales, con 529,1 y 453,9, respectivamente.

Las diferencias son también perceptibles en el ámbito político. Los dos partidos en los extremos del espectro político, AfD y La Izquierda, obtienen mejores resultados en el este, donde la desafección con el sistema es mayor por motivos económicos, sociales y demográficos.

Mientras, las formaciones en torno al centro político, conservadores y socialdemócratas, pero también liberales y verdes, puntúan mejor en el oeste. Comparando los resultados de las últimas elecciones regionales en los 16 estados federados del país, AfD registró notables resultados en el este y datos generalmente discretos en el oeste.

Las diferencias en lo político alcanzan las cuestiones más fundamentales. La última encuesta Deutschlandtrend apunta que el 68% de los germanooccidentales está satisfecho o muy satisfecho con la democracia en su país, mientras que sólo el 50% de los germanoorientales se expresa así.

En el acto, también tuvieron ambos un momento de recuerdo para los actores internacionales que posibilitaron la reunificación. La canciller recordó a los "socios en el mundo" que "confiaron en Alemania", en referencia a Moscú, París, Londres y Washington, que no pusieron obstáculos a la reunificación.

"Hay que volver a ser valientes para superar realmente las diferencias que persisten entre este y oeste"

Canciller alemana

"Frente al covid, al cambio climático y a la inestabilidad en el mundo necesitamos valentía"

Presidente de Alemania