- El presidente de Polonia, Andrzej Duda, juró ayer su cargo para un segundo mandato entre promesas de cohesión, pese a las ausencias de una parte de la oposición que cuestiona la legitimidad de su reelección.

“Casi diez millones y medio de ciudadanos me votaron. Lo que me coloca ante una responsabilidad histórica”, afirmó Duda, en alusión a la alta participación registrada en la segunda vuelta de las presidenciales, en las que se enfrentaba al aspirante liberal Rafal Trzaskowski.

Duda, al que respalda el gubernamental partido ultraconservador Ley y Justicia, se comprometió ante la Asamblea Nacional a gobernar “para todos los polacos”, entre murmullos o risas desde la oposición liberal, representada por apenas una delegación.

La toma de posesión de Duda se produce casi un mes después de la segunda ronda, en la que obtuvo un 51% de los votos. La liberal Plataforma Ciudadana que respalda a Trzaskowski, alcalde de Varsovia, interpuso demandas por presuntas irregularidades, pero el Tribunal Supremo polaco declaró válida la reelección el lunes.

Trzaskowski presentó ese mismo día un nuevo frente o coalición, que pretende aglutinar fuerzas opositoras más allá de los liberales. El alcalde capitalino acusa, entre otras cosas, a Duda de haber llevado a cabo una campaña agresiva contra las minorías, especialmente el colectivo LGTBI. A la ausencia de parte de sus diputados en la sesión de la Asamblea Nacional se unieron las protestas de parlamentarios izquierdistas, que acudieron luciendo vestimentas y símbolos del arcoíris.