- La prensa húngara es desde el pasado viernes menos libre. Más de 70 de los aproximadamente 90 periodistas que formaban parte del medio independiente Index renunciaron por conflictos con la dirección. Los periodistas anunciaron su decisión el pasado viernes en un comunicado en la web del medio, donde advertían que consideraban el despido del editor jefe, Szabolcs Dull, por parte del presidente de Index, László Bodolai, “inaceptable”.

Bodolai se negó a reincorporarlo a pesar de los avisos de la plantilla, que considera que se ha puesto en riesgo “la independencia y el futuro de Index”. Es el último capítulo en una larga historia de conflictos con la libertad de prensa desde la llegada al gobierno del primer ministro Víktor Orbán.

La Comisión Europea está estudiando actualmente dos quejas sobre la situación de los medios en Hungría. La primera, presentada en 2016, hace referencia a la industria de la comunicación y la segunda, de 2019, sobre las ayudas del gobierno de Orbán a los medios progubernamentales.

En el acuerdo sobre el plan de recuperación postcovid alcanzado la semana pasada por los líderes europeos se ligaba por primera vez los fondos europeos con el respeto a los valores fundamentales de la UE. Pero a pesar de este avance, Víktor Orbán y el primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, consiguieron evitar que se estableciera un mecanismo específico para ello. La Comisión deberá ahora elaborar un régimen de condicionalidad para “proteger” los fondos europeos.

Según el Índice Anual de Libertad de Prensa publicado por Reporteros Sin Fronteras, Hungría se encuentra en el 89 puesto de la lista en la que se incluyen 180 países.

Reporteros Sin Fronteras advierte del peligro de la concentración de medios, con el conglomerado progubernamental Fundación de Prensa y Medios Centro Europeo como propietario de gran parte del sector e insiste en que a los periodistas independientes no se les permite realizar preguntas en ruedas de prensa y su acceso está vetado en varios actos. -