El presidente de una asociación de usuarios del cannabis de Zumarraga ha sido condenado este lunes a dos años y diez meses de cárcel, mientras que su tesorero lo ha sido a cuatro años y medio de prisión, tras alcanzar ambos este lunes un acuerdo en este sentido con la Fiscalía de Gipuzkoa.

Inicialmente, el Ministerio Público solicitaba tres años y ocho meses para el presidente, y siete años y tres meses para el tesorero, si bien los dos acusados han reconocido los hechos que se les imputaban por lo que el fiscal ha accedido aplicarles las atenuantes de confesión y de toxicomanía.

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, al que ha tenido acceso EFE, los hechos, que han sido enjuiciados este lunes en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa, se remontan al 8 de noviembre de 2018, fecha en la que se descubrió que ambos inculpados cultivaban 156 plantas de marihuana en un local de Urretxu donde también fueron descubiertos "útiles, materiales y dispositivos necesarios" para su cuidado, como maceteros, sacos de tierra, 22 paneles metálicos con lámparas y un sistema de extracción y ventilación.

En el lugar fueron incautados asimismo 24 transformadores de corriente con su correspondiente cableado a las lámparas, seis de ellas de gran potencia, y un sistema de aire acondicionado.

El documento aclara que los procesados cultivaban la marihuana para "venderla y distribuirla" entre los miembros de la citada asociación cannábica, para la que los inculpados desarrollaban una actividad laboral y de gestión "retribuida" y en cuyo local fue localizada "una balanza de precisión" que era utilizada para las labores de venta y distribución de la droga.

Asimismo, los procesados mantenían otro cultivo de 24 plantas más en Azkoitia, en el domicilio del tesorero y en una caseta aneja a él, donde igualmente fueron ocupados unos tarros de cristal con cogollos y varias plantas en proceso de secado, junto a más útiles de labranza.

Paralelamente, el tesorero tenía en su poder diferentes cantidades de MDMA, anfetamina y cocaína, para "venderlas o transmitirlas a terceras personas", así como un total de 5.080 euros "procedentes de la venta de dichas sustancias", "sin que conste" que el presidente de la asociación "lo conociera".