Una niña de seis años, que presuntamente sufrió abusos por parte de su padre adoptivo, aprovechó una salida a la playa con una hermanastra mayor de edad para revelar a una amiga de ésta que supuestamente su progenitor la sometía a tocamientos de índole sexual.

Así lo han manifestado este lunes ambas mujeres adultas, durante la primera sesión del juicio por estos hechos que se está celebrando en la Sección Tercera de la Audiencia de Gipuzkoa y en la que también ha declarado el acusado, quien ha negado las acusaciones en su contra.

La vista ha estado marcada por la anulación, en la fase de cuestiones previas, de la declaración que la menor prestó durante la instrucción del caso y que había sido grabada como prueba preconstituida para evitar que tuviera que volver a testificar durante el juicio.

La anulación de esta prueba, solicitada por la defensa que ejerce el letrado José Luis Cantero, responde a que en el momento de grabarla la pequeña no fue informada de que podía acogerse a la dispensa legal de no declarar contra su propio padre, lo que ha obligado ahora a citarla para que testifique en sala en la próxima sesión, que tendrá lugar el próximo día 22.

Los hechos enjuiciados, por los que la Fiscalía reclama cinco años y medio de cárcel para el hombre y la acusación particular, que ejerce la abogada Larraitz Ugarte, más de trece, sucedieron entre enero de 2018 y julio de 2019, cuando la menor llegó a Gipuzkoa procedente de Colombia junto a su padre adoptivo y la mujer de este, ya fallecida, que no era la madre biológica de la pequeña.

Los tres se alojaron en primer lugar en casa de una hija adulta del matrimonio, donde presuntamente tuvo lugar el primer episodio de los abusos, aunque después de que varios miembros de la familia se quedaran en paro, todos ellos fueron acogidos en la vivienda de una segunda hija, en una población cercana, donde los abusos habrían vuelto a reproducirse.

En la sesión del juicio celebrada este lunes, esta segunda hermana ha revelado que fue ella la que acudió con la niña a una comisaría de la Ertzaintza después de que, en una excursión a la playa, la menor revelara los hechos a una amiga suya.

La niña "no quería estar" con su padre

Esta mujer ha desvelado además que con anterioridad la niña ya le había dicho en otras ocasiones que "no quería estar" con su padre y que le dejara dormir con ella, motivo por el que pidió explicaciones a sus dos progenitores que intentaron desacreditar sus preguntas tachándola a ella de "drogadicta" y de "borracha".

Ha explicado, en este sentido, que el resto de adultos de la familia "no daba importancia" a estos hechos, por lo que les advirtió de que en caso de que se repitieran acudiría a la Policía para poner una denuncia, como finalmente hizo tras el episodio de la playa.

Esta mujer ha desvelado que en ocasiones veía a su madre aplicando crema entre las piernas irritadas de la niña y ha revelado que, al pedirle explicaciones, esta le decía que la pequeña se producía lesiones en la zona "por su forma de caminar".

La testigo ha precisado que ante esta situación ella estaba "sufriendo mucho" y llegó a preguntar a su padre si los hechos eran "verdad", cuestión ante la que le admitió que "sí", pero que había sido una única vez "nada más".

Por su parte, la amiga a la que la niña reveló lo sucedido el día en el que acudieron a la playa ha recordado que la confesión por parte de la menor se produjo ya de vuelta a casa, cuando la víctima le dijo que no quería regresar con su padre porque "le hacía cosas que no le gustaban", al tiempo que se puso a llorar y le dijo que el hombre "le agarraba abajo".

A continuación, esta amiga contó lo sucedido a la hermanastra de la niña y ambas mujeres adultas se dirigieron a la comisaría de la Ertzaintza junto a la menor, que "tenía mucho miedo", para denunciar los hechos.

Con antelación a estos testimonios, ha declarado el acusado, quien ha negado haber abusado de su hija adoptiva, cuya madre se encuentra en su país de origen y que, según ha dicho el hombre, le dio permiso para venir a España con la víctima.El procesado ha responsabilizado además a su hija mayor de la denuncia interpuesta en su contra, a la que ha intentado desacreditar acusándola de "borracha" y "drogadicta". Está previsto que el juicio se reanude el próximo 22 de marzo.