- Un joven se enfrenta a una pena de seis años de cárcel al ser acusado de haber abusado sexualmente de una chica en el interior de un bar de Irun durante las fiestas de San Marcial de 2018.

La acusación particular, que ejerce la víctima, eleva su petición de condena hasta los ocho años de prisión, mientras que la defensa solicita la libre absolución de su cliente, quien admite haber mantenido relaciones sexuales con la chica pero asegura que fueron consentidas por ambas partes.

Según el escrito de acusación provisional de la Fiscalía, los hechos se produjeron la noche del 23 de junio, cuando víctima y procesado coincidieron en el local, “en cuyo interior había música y bebidas con motivo de las fiestas”. En este contexto, después de “conversar” un rato, ambos abandonaron el lugar para ir a “comprar unos bocadillos”, tras lo que, en el camino de vuelta, el imputado presuntamente “comenzó a darle abrazos” y un beso en la boca, circunstancia ante la que la chica “le miró asombrada” y le dijo: “no es no”, si bien, “ante la insistencia del procesado”, “permitió que le diera algún beso más”.

Una vez de regreso al local, la perjudicada recibió una invitación para “acceder a la barra y servir alguna consumición”, hasta que, sobre las 3.00 horas preguntó “dónde estaban las bebidas para hacer las mezclas”.

El inculpado le respondió entonces que se hallaban en una estancia situada tras la barra, le abrió la puerta y accedió al lugar con ella a un “habitáculo” en el que el hombre, con “ánimo de obtener placer sexual”, presuntamente comenzó a besar a la chica, quien, “pese a negarse e intentar abandonar el lugar no pudo” hacerlo “ante la insistencia” del hombre, quien le bajó los pantalones y la ropa interior para presuntamente besar sus genitales, “mientras ella se negaba diciéndoles ‘no es no’”.

No obstante, el acusado, “haciendo caso omiso de la oposición” de la víctima, presuntamente continuó “tocándole por diferentes partes del cuerpo” para penetrarla luego presuntamente en una primera ocasión, tras lo que se colocó un preservativo y supuestamente volvió a hacerlo una segunda.

Según relata el documento del Ministerio Público, unos días después, el 27 de junio, la mujer presentó una denuncia por estos hechos.

En la primera sesión del juicio en la Audiencia de Gipuzkoa, la víctima explicó que mantenía en su memoria “flashes” de lo sucedido, mientas que el acusado insistió en que las relaciones habían sido consentidas

Ayer, el psicólogo forense que trató a la chica tras los hechos precisó que en el momento de entrevistarla ella sí tenía el “convencimiento” de que se trataba de unas relaciones sexuales no consentidas, si bien en los momentos inmediatamente posteriores a los hechos “no lo tenía tan claro”, porque “tenía la duda y un recuerdo difuso”.

En otro momento del juicio, declaró una amiga del acusado que dijo ver que los dos “estaban juntos” y que el chico le comentó que habían tenido “sexo” y que los dos lo habían pasado “muy bien” y habían “disfrutado mucho”.

Un segundo testigo comentó que aquella noche vio al imputado con la víctima en el bar, del que se marcharon una media hora para volver luego “abrazados”, tras lo que más adelante el inculpado le confesó que ambos “se habían enrollado” y luego volvió a ver a ambos en el local “a gusto” y “tonteando”.

Este joven reveló, además, que días más tarde una amiga de la víctima (que ha sido llamada a declarar) le trasladó su sorpresa por el hecho de que ésta hubiera presentado una denuncia, ya que a ella le había reconoció que sí había tenido relaciones con el acusado.

El psicólogo forense que trató a la joven asegura que al principio ella “no tenía tan claro” que la relación no fuera consentida y que luego ya sí