Un 8 de marzo más, la capital guipuzcoana se ha inundado de una marea morada y feminista que ha reclamado a viva voz la igualdad de derechos para las mujeres. Bajo el lema Fuego al sistema que nos oprime, el movimiento feminista nuestra llama, miles de personas, mayoritariamente mujeres, han recorrido las calles donostiarras en la manifestación organizada por Donostiako Asanblada Feminista (DAF).

La marcha ha comenzado a las 18.30 horas en el túnel de Antiguo y ha finalizado en el Boulevard, donde las organizadoras del acto han procedido a leer un comunicado.

El día de hoy, como todos los 8 de marzo, es la fecha escogida en el calendario internacional para mostrar una lucha que, no obstante, las feministas llevan a cabo a lo largo de los 365 días del año.

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Tal como se podía leer en la pancarta a la cabeza de la manifestación, esta tarde se ha incidido en la necesidad de organización entre las feministas para dar "fuego" a un "sistema cisheteropatriarcal, capitalista y racista", que genera "constantemente" unas "desigualdades e injusticias" que en los dos últimos años "han aumentado considerablemente".

También han reprochado que el sistema deja "al margen" a "las mujeres, trans y bolleras", al promover una "sociedad heteronormativa", organizada en torno a "la familia nuclear", donde "no tenemos lugar otros modos de vida y cuerpos".

Otro de los focos de lucha reflejados en el comunicado ha sido el compuesto por las tareas domésticas y los cuidados, uno de los temas centrales del movimiento en los últimos años. La DAF ha identificado ambas como "cuestiones políticas", además de "fundamentales para sostener la vida".

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Multitudinaria manifestación del 8-M en Donostia

Sin embargo, la asamblea se ha lamentado de que "el modelo actual de cuidados se sustenta en la sobreexplotación de las mujeres", especialmente las más vulnerables, que en este caso serían "las migradas", en lo que ha calificado de "una alianza cisheteropatriarcal, capitalista y colonial". El DAF ha querido recalcar que es "un derecho de toda persona" el poder ser cuidada y que las políticas públicas que lo hagan posible tengan una organización "transversal" que "no caiga sobre las mujeres". En este ámbito, han denunciado la situación de las residencias en Gipuzkoa y han querido mostrar su "apoyo" a las trabajadoras de las mismas.

También ha habido espacio para analizar la situación de Donostia, de la que han criticado que se está "impulsando" un "modelo de ciudad basado en la especulación de la vivienda y el turismo" que no es el modelo "que nosotras queremos".

Con todo, la DAF ha subrayado esa necesidad de organización entre mujeres y la apuesta por trabajar "en red" y "desde los feminismos", empezando a pequeña escala y en los círculos cercanos, como los centros escolares, los barrios o los pueblos. "Debemos seguir tomando las calles juntas. Tenemos que acabar con el individualismo actual y construir vidas y moldes que se basen en las alianzas y la comunidad", han animado.

Esta es una sororidad de la que el movimiento feminista no deja de hacerse eco, ya que "nuestras vidas lo merecen, la lucha merece la pena" y "hemos demostrado, una vez más, que tenemos mucha fuerza".