hernóbil. El miércoles, una vídeollamada de Polina y Vicka para decirnos que ellas y su familia se encuentran tan bien como siempre y que estemos tranquilos, que están un poco enfadadas con los rusos, pero que no hay ninguna guerra. No creo que obedezcan a algún comisario político de Zelensky, así que les creo más que a otros, incapaces siquiera de situar su región en el mapa.

La Sala de lo Contencioso Epidemiológico del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, en su auto del 1 de febrero, vuelve a tumbar una propuesta del Gobierno Vasco, en este caso la de mantener la exigencia del certificado covid digital de la Unión Europea (QR) y ampliarla a los hoteles y alojamientos turísticos, salones de juego y apuestas.

Y los magistrados de la Sala, que presumo hicieron el cursillo de epidemiología, basan su auto en la falta de justificación técnica de la medida, porque la solicitud se produce dos meses después del último pronunciamiento jurisprudencial en la materia del Tribunal Supremo, y desde entonces las circunstancias han variado por tres razones. 1) El número de contagios está actualmente en claro descenso. 2) Ha aparecido y difundido la nueva variante, ómicron, de mayor transmisibilidad, y 3) se ha extendido la dosis adicional o de refuerzo de la vacuna contra el covid-19 a toda la población mayor de 18 años.

Para argumentarlo, utilizan los datos actualizados que ofrecen el Ministerio de Sanidad y el Departamento vasco de Salud en sus webs oficiales, todavía sin hackear por los piratas ruskys, recordando el descenso paulatino, ahora frenado, de la incidencia acumulada y de la ocupación hospitalaria, matizando que para eso hicieron el cursillo, que ese estancamiento es natural cuando la caída es tan acusada, tal y como se evidencia al final de cada ola epidémica. Llama la atención al departamento gubernamental sobre la ausencia de referencias en su solicitud a la variante ómicron, de mayor transmisibilidad, a la que se refieren con largueza y, citando datos recientes, refieren que el 93,3% de la población vasca ha recibido la pauta completa de vacunación.

Finalmente, señalan la falta de consenso científico en cuanto a la idoneidad de la utilización del pasaporte covid, haciendo una comparativa entre las CCAA que lo exigen, las que han dejado de hacerlo y las que nunca lo exigieron, sin que se evidencien diferencias significativas entre ellas que avalen la prórroga de la medida.

Aunque la tónica parece ser la de criticar a los togados, su razonamiento parece impecable, incluso epidemiológicamente. Ya digo, el cursillo.

Como anécdota, coincidí no ha mucho en una pizzería de mi barrio con un conocido magistrado. A ninguno de los dos nos pidieron el pasaporte, aunque yo me apresuré a mostrarlo y el camarero se limitó a sonreírme, extrañado por mi gesto. El único establecimiento en que me lo exigieron, una única vez, fue en el bar La Fonda de Amara Viejo. La encargada impone.

Este pasado martes, el país escandinavo, con menor porcentaje de vacunados que Euskadi, solo el 80%, fue el primero de la UE en levantar la mayoría de las restricciones impuestas por el covid-19. Pese a registrar una cifra récord de contagios, el Gobierno advierte de que continuará habiendo "recomendaciones" para el uso de mascarillas y pasaporte covid en hospitales y residencias de mayores, y traslada la responsabilidad del control de la pandemia a los organizadores de actividades de todo tipo, considerando que toda la población conoce las medidas que se deben adoptar para minimizar riesgos en cuanto a distancias, higiene y protección.

Es habitual en todas las administraciones, a la hora de preparar el proyecto de presupuesto para el siguiente ejercicio, que se analice el ritmo de gasto de lo previsto para el año en curso. A veces no se ha podido ejecutar todo o parte. La oposición acusa siempre de mala gestión. Pero los motivos pueden ser por razones justificadas diversas. En ese caso, se recorta la partida o, simplemente, desaparece para el año siguiente.

El gobierno de EEUU tiene presupuestados 768.000 millones de dólares para gastos militares en 2022. Y para ayudar a ejecutarlo, debemos incluir lo que el presidente Ike Eisenhower definió como "el complejo industrial-militar estadounidense", es decir, numerosas compañías armamentistas y de equipos. El negocio y los beneficios derivados de esa enorme cantidad de millones de dólares es inmenso. Por eso no hay que recortarlo sino gastarlo. Y para ello, si preciso fuera, hay que crear las condiciones que lo justifiquen, es decir, conflictos, guerras, inseguridades, desestabilizaciones y todos los etcéteras poco edificantes que se quieran, absolutamente todos. Todos, menos que haya paz. Es un presupuesto incompatible con la paz. Solo la guerra lo puede sostener.

Hasta 1991, la excusa era la URSS. Ahora es Rusia y, sobre todo, China. Hay que hacer creer al mundo que ambos son un peligro para la democracia y la libertad y que solo EEUU puede salvarlo, porque la Providencia le ha encomendado esa tarea al cabo Rusty, Rintintín y el Séptimo de Caballería, con su avanzadilla, los medios de desinformación. Por eso ahora, con la crisis, mejor invasión, aunque no se haya producido, de Ucrania, más del 90% de los españoles creen que EEUU representa la paz y el auténtico peligro está en la malvada Rusia, porque venimos programados desde niños para saber quiénes son los buenos, los americanos, y quiénes los malos, los rusos, y no tenemos costumbre de consultar la hemeroteca. Como el concepto de Europa es más reciente y menos conocido, nos pilla descolocados y encima el presidente Macron admitía hace unas semanas que la OTAN está en muerte cerebral.

Patatas con chorizo de Javier Iraola, de Asteasu. Merluza rebozada y queso D.O. Idiazabal del caserío Orortegi de Aia. Tinto Club de Cosecheros, reserva 2015, Muruamendiaraz. Café. Chupito de Remigio en el sillón.

Aunque la tónica parece ser la de criticar a los togados, su razonamiento parece impecable