DONOSTIA- ¿Cómo debe actuar un agente de la Policía ante una persona en tratamiento psiquiátrico? ¿Fue proporcionada la actuación de los agentes el pasado 13 de octubre en la plaza del Triángulo de Tolosa, cuando intentaron dar el alto e identificar a un varón que circulaba en bicicleta por la acera? La madre del detenido criticó el pasado 1 de diciembre en una carta pública que su hijo se sintió “humillado y vejado” y se preguntó como "un acto banal como ir en bici por una acera" puede desembocar en una “actuación tan violenta” (detención y traslado a dependencias policiales). Aseguró que su hijo no representó ninguna amenaza para nadie.

El parlamentario de EH Bildu Ibai Iriarte, exalcalde de Tolosa, trasladó el pasado 14 de enero en el Parlamento Vasco al consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, una serie de preguntas sobre esta intervención. Erkoreka defiende la “escrupulosa” actuación de los agentes. La respuesta de Erkoreka es contundente. Da por acreditado que el detenido se comportó de forma “violenta” en varias ocasiones y los agentes valoraron la situación personal del detenido desde que tuvieron conocimiento de que estaba en tratamiento.

La detención, responde Erkoreka a Iriarte, se produce “tras la agresión física del ciudadano a uno de los agentes de la Ertzaintza actuantes, a quien propina un fuerte golpe en la mano derecha cuando éste se acerca al mismo con la finalidad de identificarle”. El consejero añade que, al ver que esta persona se mostraba cada vez más alterada, “tuvo que ser reducida en el suelo y finalmente engrilletada”. Los agentes, añade, “emplearon la fuerza mínima indispensable para preservar su propia integridad”.

Erkoreka explicó que este ciudadano “fue requerido hasta en diez ocasiones para que se identificase”, puesto que “circulaba en bicicleta por la acera con síntomas aparentes de embriaguez, mientras hablaba por teléfono” y que la intervención fue “proporcional, necesaria y adecuada”, a la vez que “escrupulosa” respecto a las normas internas de control y Código Ético”.

Erkoreka asegura que los dos agentes “actuantes no eran conocedores de que esta persona tenía una enfermedad mental en el momento de la detención” y que “esta condición fue comunicada de manera oficial a otros agentes de la Ertzaintza, distintos de los que practicaron la detención, cuando un facultativo en una asistencia médica posterior les manifestó que se trataba de un paciente en tratamiento del servicio de psiquiatría”.

Insiste Erkoreka en que “una vez que se tuvo conocimiento de ello”, se agilizaron las diligencias con el fin de ponerlo en libertad lo antes posible en vez de presentarlo en sede judicial al día siguiente” y que la “estancia en comisaría de esta persona se prolongó más de lo necesario porque durante la realización de las diligencias, este ciudadano se volvió a poner violento, arrojando sus pertenencias y negándose a abandonar la Ertzain-etxea de Oria si no se le entregaba la cocaína que se le había incautado”.

Según Seguridad, la Ertzaintza tiene establecido un protocolo de actuación ante personas con enfermedades psíquicas y niega que el detenido estuviese desnudo en el calabozo, como denunció la madre, y asegura que se le hizo un registro exhaustivo mediante el procedimiento habitual.

"Sí existen grabaciones"

El consejero responde igualmente a Iriarte que “sí existen grabaciones del detenido en la Ertzain-etxea de Oria y por supuesto han sido analizadas, observándose lo anteriormente relatado”. Según Erkoreka, la propia jefa de unidad de la comisaría, tras conocer de primera mano el malestar de la madre, "inició una invesgiación interna de los hechos, contrastando toda la información con la abogada del detenido y el visionado de los hechos, sin que concurran motivos para cuestionar la actuación de los agentes". Aún así, asegura, se han remitido el informe a Asuntos Internos de la Ertzaintza para que analice el caso.

Erkoreka explica en su escrito que “tras esta investigación se ha atendido en varias ocasiones

personalmente a la madre del detenido, explicándole de manera verbal el resultado de la misma, y también por escrito en respuesta a una queja Ekinbide plantada por la misma".