- La portavoz del sindicato de enfermería Satse, Amaia Mayor, advirtió ayer que la "sobrecarga de trabajo" en la atención primaria es "insostenible" y sostuvo que las centrales sindicales no descartan una huelga en la sanidad vasca.

En declaraciones a Radio Euskadi, Mayor analizó el impacto de la sexta ola del covid-19 en Euskadi y la situación que vive la atención primaria. Tras denunciar la "falta de personal" que se padece, Mayor incidió en que "el nivel de sobrecarga de trabajo es insostenible". "La atención primaria es la puerta de entrada de la ciudadanía a la sanidad. Además, se están desmantelando los puntos de atención continuada (PAC) desde hace mucho tiempo", criticó, para añadir que "faltan médicos, pediatras y enfermeras", pero que es un problema que "viene de lejos" y que "se ha agudizado" debido a la irrupción del covid.

En este sentido, afirmó que los sindicatos seguirán movilizándose y no descartan la huelga, ya que "la pandemia ha tensado el nivel asistencial, lo que es un problema para la plantilla y para la ciudadanía".

"Desde octubre finalizaron los contratos de cobertura de verano, de covid, se redimensionó el rastreo, se desmantelaron los vacunódromos y ahora nuestras compañeras no dan abasto", expuso, para añadir que ha habido, además, "fuga de profesionales" a sus comunidades autónomas, ya que muchos eran de fuera de Euskadi y han vuelto a sus localidades de origen al quedarse sin empleo.

A su juicio, el problema es "profundo y estructural, y Osakidetza no ha hecho nada para mejorarlo", de tal forma que la sanidad vasca podría necesitar en estos momentos alrededor de 4.000 profesionales más, según consideran en Satse.

Asimismo, lamentó que se ha hecho un llamamiento a los sindicatos para que si conocen enfermeras, médicos de familia o pediatras sin trabajo lo deriven, "cuando esa es labor de la administración". "También se está pidiendo a los profesionales un esfuerzo adicional, algo que estamos viviendo durante toda la pandemia", advirtió. En la Atención Primaria, dijo, se está dando "una atención de guerra"

Por último, lamentó que se desmantelaran los vacunódromos como el de Illunbe, que suponían un "desahogo" para la atención primaria y para los propios ciudadanos, que siguen acudiendo a vacunarse ahora que está en marcha la tercera dosis en los adultos y que ha empezado el proceso de inmunización en niños y niñas entre los cinco y los once años.