Coincidiendo con la celebración del Día Europeo contra la Trata de Personas, Cáritas ha reclamado a las administraciones medidas "urgentes" que garanticen la identificación y protección de las víctimas de esta práctica.

La entidad recuerda que, aunque el Informe Global de Trata de Personas 2020 de Naciones Unidas recoja que en 2018 se detectaron y denunciaron unas 50.000 víctimas de trata en 148 países, la "naturaleza encubierta" de este delito lleva a suponer que "el número real" de víctimas es "mucho mayor".

Así se registra en el Estado español en donde, ha explicado la ONG, ellos han acompañado, en 2020, a 3.202 mujeres en contextos de prostitución, de las que 1.724 han sido atendidas en los centros de atención y 1.511 han sido contactadas a través de las visitas a pisos, clubs, asentamientos o calle.

En el 27% de los casos, Cáritas ha detectado una situación de explotación sexual (927 mujeres) y en lo que se refiere a mujeres con indicios de trata con fines de explotación sexual, el número asciende a 275 mujeres (8% de las mujeres acompañadas), explica Cáritas.

SOLO UN 1,7% IDENTIFICADAS FORMALMENTE

Sin embargo, si se tienen en cuenta los datos de identificación formal realizado por las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, el porcentaje es mucho menor, en concreto, 58 mujeres, advierte la entidad.

"Es decir, solo el 1,7 % de las mujeres acompañadas por Cáritas han sido identificadas formalmente, frente al 8% en las que Cáritas encuentra indicios", ha denunciado, para insistir en la necesidad de acometer "con urgencia" un "análisis y puesta en marcha de nuevos mecanismos de identificación de las víctimas de trata".

Cáritas explica que, durante su acompañamiento a mujeres con indicios de trata con fines de explotación sexual, se han detectado diversas situaciones, como que "la mayoría están o estaban ejerciendo prostitución" y que "hablan de su proceso migratorio" como un pago de "deudas camufladas en forma de honorarios por el transporte o préstamos, y afrontando precios excesivos por alojamiento, comida o vestimenta".

También señalan que "la mayoría residen de forma continua en su lugar de trabajo, sin establecer otro tipo de relaciones, ni poder conocer su entorno más cercano"; que se "encuentran dentro de un sistema de plazas que garantiza la movilidad constante, y evita la creación de vínculos"; que "en la mayoría de los casos se ha constatado desorden psicológico y situaciones de estrés postraumático"; o que "cuentan con escasa formación que les facilite su acceso al mercado laboral".

RECUERDAN LA ALERTA DEL PAPA

"Además, la situación administrativa irregular en la que se encuentran provoca que la gran mayoría no tengan acceso a procesos oficiales de educación y formación, o incluso a cursos o talleres de cualificación, que podrían mejor sus oportunidades de empleo", denuncia la ONG.

"De ahí la importancia de abordar el acompañamiento a las víctimas desde una perspectiva integral y de afianzar los modelos de detección de necesidades de las mujeres", apunta la entidad, quien señala que, este "cóctel de situaciones", sumado a la "situación administrativa irregular" origina "una grave vulneración de derechos".

Desde Cáritas recuerdan la alerta lanzada en 2021 por el Papa Francisco con motivo de la Jornada mundial de oración y reflexión contra la trata de personas, en la que reclamaba una economía sin trata, "con reglas de mercado que promueven la justicia y nos los intereses particulares exclusivos", una economía del cuidado, que ponga a la persona en el centro.