- Gipuzkoa redujo sus emisiones totales de gases de efecto invernadero (GEI) un 9,66% en 2019, según los últimos datos disgregados publicados esta misma semana por Ihobe, la sociedad pública de Gestión Ambiental del Gobierno Vasco. De este modo, Gipuzkoa se sitúa como el territorio vasco con mejor evolución, no solo en los últimos doce meses medidos, sino con respecto a 2005, el año de referencia en Euskadi. Desde entonces, Gipuzkoa ha reducido sus emisiones un 31%, frente a un 26% de Bizkaia y un 20% de Araba. La media vasca se sitúa en el 27%. La Unión Europea (UE-28) ha mejorado desde entonces un 23%.

Hablamos de los datos definitivos de 2019, un año de crecimiento y buena evolución de la actividad económica en el territorio, que registró además una reducción de emisiones de CO2 importantísima, sin precedentes en los últimos años de lucha contra el cambio climático. De hecho, Gipuzkoa se sitúa ya por debajo de la media europea en cuanto a emisiones por unidad de Producto Interior Bruto (PIB).

Para hacernos una idea, en el periodo entre 2010 y 2016 la reducción fue del 13% en el territorio, importante, y esta vez, en solo un año, ha rozado el 10%. Entre 2017 y 2018 se habían reducido un 4,8% y entre 2016 y 2017 habían subido, de hecho.

Y todo ello pese a que el transporte volvió a subir. Lo ha hecho en todos los inventarios elaborados en los últimos diez años. Lo hace apenas un 2%, pero es otra subida más que se acumula y el aumento de las emisiones por el transporte por carretera suma ya un 22,7% de subida respecto a 2005. Todos los demás, salvo un ligero aumento del sector servicios, han bajado sus emisiones desde entonces.

La consecuencia es obvia. Si el transporte suponía ya algo más del 40% del total de las emisiones de Gipuzkoa, ahora se acerca peligrosamente al 50%, un 47%.

En lo que respecta al último año, el propio Ihobe señala que el comportamiento territorial ha sido "desigual". Tras el análisis, el Inventario de Gases de Efecto Invernadero del País Vasco concluye que, de las emisiones totales de Euskadi, el 51% corresponde a Bizkaia, el 31% a Gipuzkoa y el 17% a Araba.

De nuevo se hace evidente la mejora de Gipuzkoa, que siempre había emitido entre el 33% y el 34% de los GEI de Euskadi y ahora ha reducido su aportación al 31%.

En cuanto a emisiones per cápita, el orden difiere, pero Gipuzkoa sigue siendo el territorio que más mejora: las mayores emisiones se producen en Araba (9,3 toneladas de CO2 equivalente por habitante), seguida de Bizkaia (8,4 t/persona, igual que la media de Euskadi) y, finalmente, Gipuzkoa (8,1 t/persona), acercándose ya a la media de la UE-28, que es de 7,9 toneladas por habitante.

En el inventario se han recogido los resultados obtenidos asociados a sectores determinados en el año 2019: el energético y la extracción; distribución y transporte de combustibles fósiles; la industria; el residencial; los servicios; la agricultura, ganadería y pesca; el transporte; y los residuos.

Las cifras por cada territorio varían si se atiende a cada sector en concreto. Por ejemplo, las mayores emisiones en el sector energético corresponden a Bizkaia, debido a la existencia de centrales térmicas de ciclo combinado y refinado de petróleo. Por otra parte, las mayores emisiones en el sector transporte se dan en Araba y Gipuzkoa, condicionadas por la N-I que atraviesa ambos territorios. Los sectores agrícola y residencial también suponen mayores emisiones en Araba.

El transporte es el responsable del 47% de las emisiones y hay que tener en cuenta que prácticamente todo el peso recae sobre el transporte rodado de vehículos pesados y de pasajeros, que contribuye a más de las tres cuartas partes de las emisiones.

La industria, por su parte, es responsable del 19% de las emisiones de Gipuzkoa (acerías y cementeras son las que más emiten), y al sector energético le corresponde un 18%. Un 8% a nuestros hogares (residencial) y un 7% el sector servicios.

En el caso de la industria, ha logrado reducir sus emisiones en Gipuzkoa un 33% desde 2005 y baja ligeramente en el último año, mientras que la mejora del sector energético es brutal. Emite un 15% de lo que emitía en 2005.

Según explica el informe de Ihobe, la mejora del mix de generación estatal se debe al gran descenso en la producción en centrales térmicas de carbón, que ha originado el descenso global de las emisiones relativas al intercambio de electricidad.

El sector residencial, por su parte, que engloba a nuestros hogares, se mantiene prácticamente igual, 275.000 toneladas frente a 278.000 de entonces. Y los residuos, un 17% menos. Representa un 8% del total, algo más que el sector servicios, que es otro de los que sigue aumentando el peso de sus emisiones desde 2005, aunque su volumen es relativamente pequeño.

Menor es el de la agricultura. El sector primario (incluye la pesca) se mantiene en el 3% del total y ha reducido sus emisiones desde 2005. Lo ha venido haciendo durante varios años de forma consecutiva, aunque este año ha repuntado ligeramente respecto a 2018. Emitía 229.000 toneladas en 2005, 246.000 en 2010, 208.000 en 2016 y 191.000 en 2019, el último dato medido. Las fuentes más importantes son la fermentación entérica de los rumiantes, los óxidos nitrosos de los suelos agrícolas y el CH4 y el N2O del manejo del estiércol.

Por contra, los principales sumideros del territorio siguen siendo los árboles, los que absorben CO2 y compensan las emisiones. En el sector uso de la tierra y cambio de uso de la tierra, ha habido una fijación o remoción de CO2 en todos los años estudiados, con un promedio de 550.000 toneladas de CO2 al año fijadas en el periodo estudiado.

Las mayores absorciones se centran en la categoría de bosques, en los que las fluctuaciones de unos años a otros podrían depender de la extracción de madera.

Comparativamente con 1990 se aprecia un incremento de absorción en esta categoría, mientras que las mayores emisiones proceden de conversiones (deforestaciones y conversiones a asentamientos) y de cambios de gestión que, dentro de la categoría de tierras de pasto, llevan a que prados y praderas se conviertan en matorrales.

No hay que olvidar que Gipuzkoa cuenta con más de 121.000 hectáreas de masa arbolada, siendo el territorio de todo el Estado con más superficie boscosa, un 61% del total de su territorio.

Según recoge Ihobe, Bizkaia fue el único territorio de los tres donde subieron las emisiones (un 17%) en el último año registrado. Esto se debe a haber mejorado el mix de generación energética porque se ha reducido la generación mediante carbón y se ha sustituido por la cogeneración y ciclo combinado de gas.

Al acoger este tipo de instalaciones, Bizkaia ha aumentado sus emisiones. No obstante, el territorio lleva una evolución positiva, con una rebaja del 26% en sus emisiones desde 2005.

En Bizkaia, los tres sectores que más contribuyen al total de emisiones son el sector energético, los transportes y la industria. Destaca el sector energético con un 47% de las emisiones, en el que se incluyen principalmente las instalaciones de producción de electricidad, refinado de petróleo e intercambios de electricidad. El segundo sector con mayor importancia es el transporte (24%), seguido del sector industrial (18%).

El Inventario de Emisiones de Gases de Efecto Invernadero muestra también que Araba mejoró sus emisiones un 11% en 2019, aunque sigue siendo el territorio que más emisiones per cápita produce, con 9,3 toneladas por persona. En su caso, se ha beneficiado de la mejora del mix energético y el descenso global de las emisiones relativas al consumo de electricidad.

En el territorio alavés los tres sectores que más contribuyen al total de emisiones son los transportes, con un 45% del total de emisiones; la industria, con un 18%; y el sector energético, con un 17%.

Aunque las emisiones por unidad de PIB en Araba y Bizkaia son superiores a la media de la CAV (99 y 97 puntos porcentuales, respectivamente, frente a 94 de media), en los tres territorios históricos son inferiores a los de la Unión Europea.

Euskadi en los últimos 30 años. En el año 1990 Euskadi emitió 20,8 millones de toneladas de CO2-equivalente, 25,5 millones en el año 2005 y 18,6 millones en 2019. Las emisiones de GEI, medidas en términos de CO2-equivalente, se han reducido en el año 2019 un 2% con respecto al año 2018.

Tierra. En el sector Usos de la Tierra, Cambio de Usos de la tierra y Silvicultura (UTCUTS) ha habido una absorción de 1,7 millones de toneladas fijadas en 2019.

Gipuzkoa

*** Nota: En Euskadi este mix cambia y el transporte representa el 34%, frente al 18% de la industria y el 33% del sector energético. Si imputamos a cada sector las emisiones derivadas de la producción de energía eléctrica, los sectores que más contribuyen al total de las emisiones son el transporte (44%), la industria (32%) y el sector residencial (8%), seguido del sector servicios (7%), el de residuos (3%), agricultura (3%), y la transformación de energía (1).

Los bosques de Gipuzkoa, que ocupan el 61% del territorio, son los que más contribuyen a la absorción de CO2 equivalente

Gipuzkoa es el territorio vasco con menos emisiones por habitante, 8,1 toneladas anuales por persona, y también por unidad de PIB

El transporte por carretera sigue siendo una losa, con un 47% del peso total de los GEI y subidas constantes: emite un 23% más que en 2005