Levantadas las limitaciones en la hostelería, un sector especialmente castigado por las restricciones obligadas por la pandemia, la vuelta a la normalidad no se antoja tan sencilla ni tan inmediata.

Kino Martínez, secretario general de la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa, se congratulaba por el anuncio realizado por el lehendakari, Iñigo Urkullu, aunque ha señalado que recuperar el ritmo prepandemia no será una tarea tan sencilla, ya que "costará que la gente pierda el miedo, que se llenen los bares y las pistas de las discotecas".

"Es una buena noticia, claro pero tenemos que recordar que estamos a la cola de las comunidades autónomas en el Estado, los últimos en salir de la situación de restricciones", ha puntualizado Martínez.

Pero que el sector pueda retomar la actividad con los aforos habituales "no puede hacer olvidar lo que ha pasado estos 18 meses". "Nosotros tenemos claro que se ha buscado un chivo expiatorio y hemos sido nosotros", ha abundado el representante de los hosteleros.

Por ello consideran vital en la recuperación que en los presupuestos de la CAV para 2022 se articule la forma de "compensar" al sector "por los errores cometidos".

"Las cicatrices que han dejado las decisiones tomadas por el LABI en la hostelería en 2021 se pueden compensar en los presupuestos de 2022", ha incidido Martínez.

"Hemos sufrido muchas restricciones y hay que evaluar qué incidencia han tenido estas restricciones en la actividad de los establecimientos y compensar como ha pasado cuando se han tomado decisiones económicas que han afectado a otros sectores", ha reivindicado.

Respecto a los ERTE Martínez ha lanzado una reflexión en la línea anteriormente señalada, ya que considera que el "miedo a socializar y a encontrarse en los interiores de los establecimientos, a compartir barra cerca de otra persona" no desaparecerá de forma inmediata.

"Eso no va a ser así. El Gobierno del Estado, consciente de esta realidad ha dicho que habrá ERTE de forma continua hasta el 30 de octubre. A partir del 1 de noviembre, porque sabemos que las cosas costarán, habrá que ver cómo se palía el daño al sector, y eso se podrá evaluar en enero o febrero del año que viene cuando EUSTAT diga en qué medida se ha reducido la actividad hostelera por las restricciones", ha avanzado Martínez.

El secretario general de la Asociación de Hostelería de Gipuzkoa ha realizado estas declaraciones al finalizar la asamblea anual ordinaria de la misma. En este encuentro, además de aprobar las cuentas y otra serie de trámites habituales, también se ha refelxionado sobre la dura huella de la pandemia en el sector.

Por una parte se ha puesto sobre la mesa la preocupación sobre la forma en la que se podrían compensar los daños causados. "Hay que ver cómo se ayuda a la gente a dar la vuelta a la situación, aunque para muchos esto llega tarde. El 6-7% de los establecimientos de Gipuzkoa han cerrado. Algunos abrirán en unos meses, pero lo harán con otros emprendedores".

De ahí la necesidad de ver reflejada la ayuda en los presupuestos 2022 por entender que la hostelería ha sido la pagana cuando "se ha visto, y se recoge en informes, en cuántas empresas se han dado brotes sin que cierren. Siempre cerraba la hostelería del municipio. Ha habido cosas que no se han hecho bien y los errores siempre los han pagado los mismos".

En esta reflexión compartida los hosteleros también han mirado al futuro. "Toda crisis provoca cambios en la sociedad y las empresas. Hemos visto que es fundamental detectar las consecuencias que va a tener la pandemia en nuestros clientes y empezar a anticiparnos".

Esa anticipación, ha apuntado Martínez, se ha de desarrollar en tres ámbitos. El primero sería la digitalizacion del sector, que en Gipuzkoa se acelerará con el programa TicketBai . El segundo sería que la hostelería "gane en atracción para incorporar trabajadores. Hoy en día en la hostelería de Gipuzkoa trabajan 1.500 personas menos que hace dos años. Tenemos que recuperar a esa gente y que la hostelería sea un destino de empleo para la gente joven".

Por último el sector, ha concluido, tiene que "seguir apostando por la calidad y no por el precio". "Gipuzkoa tiene capacidad para cuando esto pase siga accediendo a un público que siga valorando la calidad de nuestra oferta. Aunque la gente esté nerviosa y crea que hay que apostar por el precio y fomentar el consumo a corto plazo, la apuesta tiene que ser por la calidad, el servicio y los nuevos productos".