- Un año más, septiembre trae consigo la vuelta a la rutina, que para los más pequeños y pequeñas de la casa implica cambiar los bañadores y la playa o piscina por las mochilas y las aulas. Una vuelta a la escuela alegre y con ganas para algunas, no tan deseada para algunos otros y que la pandemia, aunque la haya modificado por segundo año consecutivo, no ha conseguido que desaparezca.

El comienzo de curso se inaugura con la habitual jornada de presentación, que este año transcurre el 8 de septiembre en la mayoría de centros educativos de la CAV. NOTICIAS DE GIPUZKOA se desplaza hasta la Escuela Pública Murumendi de Beasain para vivir este primer día del curso escolar. El sol acompaña en esta mañana, mientras el profesorado ultima los preparativos y el alumnado va acercándose poco a poco al centro, de manera escalonada y según la edad, como medida preventiva. Los alumnos de dos años llegan los primeros, de la mano de sus madres y padres, a su primer día del proceso de adaptación, que durará "entre 40 minutos y una hora" esta primera jornada, tal y como explica Josune Mandaluniz, profesora del segundo año de educación infantil -3 años-. Los pequeños juegan tranquilos bajo la mirada de sus progenitores, en la antesala a entrar a clase y quedarse a solas con la profesora y sus nuevos amigos. Pero eso queda para el próximo día.

Este centro educativo, que acoge en torno a 400 alumnos de educación infantil y primaria, vio especialmente afectado su funcionamiento el pasado curso, cuando el alumnado tenía que desarrollar toda su actividad académica en un mismo aula. Y es que esta escuela se rige por el sistema educativo Amara Berri, donde los niños y las niñas trabajan los conocimientos por grupos y a través de proyectos o temáticas, con el objetivo de fomentar su autonomía y trabajo en equipo. Para ello, dejan los libros a un lado y se mueven de una clase a otra, dependiendo de la asignatura, algo que el año pasado no era posible.

Este curso, sin embargo, esa norma de seguridad por el covid no está en vigor, algo que alegra tanto al profesorado como al equipo directivo. La directora de Murumendi, Mariaje Izagirre incide en que su sistema "nos hace movernos", de manera que los alumnos "son los protagonistas" y los docentes tienen "un papel secundario. "Es una pena que las aulas perdieran su identidad", lamenta Izagirre, en referencia al pasado curso. "Este año respetamos las clases y volvemos a darles el protagonismo a ellos", añade, refiriéndose a los estudiantes.

En la misma línea se manifiesta Koro Murua, profesora y tutora en el segundo ciclo -en primaria los alumnos se reparten en clases por ciclos y no por año-, mientras su grupo se va acercando al espacio del patio reservado para ellos, antes de entrar al edificio. "Estoy muy contenta, porque se supone que podemos volver a nuestra metodología", afirma, al tiempo que detalla que el año pasado estuvieron "muy limitados" y "fue muy difícil. Este año permiten el movimiento de una clase a otra, aunque se mantengan los subgrupos".

Otro aspecto positivo, sobre todo de cara a la socialización, se dará a la hora del recreo. Si el curso pasado se relacionaban en burbujas, "por cuadrados" en el patio, algo que esta profesora recuerda que fue "terrible" para los niños, a partir de hoy al alumnado de primaria "les daremos la opción de que en cada ciclo puedan jugar juntos". En Educación Infantil, no obstante, se mantienen las burbujas.

Hay ciertas medidas que todavía siguen siendo obligatorias, como las mascarillas a partir de los seis años, el uso del gel hidroalcohólico, distintos puntos de entrada al colegio dependiendo de la edad, y distancia de seguridad o mamparas en el comedor. También continúan teniendo una habitación de aislamiento, habilitada en uno de los probadores -que este año tampoco se podrán usar-, en caso de que algún profesor tenga que trasladarse con algún alumno que tenga síntomas compatibles con el covid.

La mañana avanza y los estudiantes siguen llegando poco a poco. Los de Educación Infantil desde el patio inferior, los del primer y segundo ciclo de primaria desde el superior y los del tercer ciclo desde el campo de fútbol, arriba del todo. A pesar de estas y otras diferencias, un comienzo de curso como cualquier otro.

Este año, el alumnado de primaria de Murumendi jugará por ciclos a la hora del recreo; en educación infantil, se mantienen las burbujas