- Las autoridades sanitarias vascas asumen que las medidas anticovid y las restricciones deberán seguir aún unas semanas más para evitar una desescalada caótica y una hipotética sexta ola. Con el objetivo de que la nueva normalidad vuelva de forma progresiva, el Gobierno Vasco quiere curarse en salud. Por ello, la consejera Gotzone Sagardui afirmó ayer que "ojalá que la evidente mejora de la situación epidemiológica permita flexibilizar en las próximas semanas algunas de las medidas preventivas que permanecen vigentes frente al covid-19". Sin embargo, reiteró que para que eso sea posible deberá "consolidarse" la tendencia a la baja de la pandemia.

Y eso que el virus parece que definitivamente se está replegando y nos da un respiro. La transmisión retrocede a pasos agigantados y la tasa de nuevos contagios en Euskadi ha caído al 4%, un umbral inédito. Hay que retrotraerse antes del inicio de la quinta ola, concretamente hasta el 28 de junio, para ver un valor tan favorable. En julio no hizo más que escalar -llegó a cotas del 14%- y durante dos meses y medio no ha tocado nunca este suelo.

Porque la comunidad registró en las últimas 24 horas 246 nuevos contagios de covid-19. La tasa de incidencia acumulada por cada 100.000 habitantes en catorce días se situó el lunes en 240, y sigue su senda descendente tras seis días por debajo de 300, fuera del escenario de transmisión alta del virus.

Sin embargo, pese a la mejora paulatina, Lakua sigue apelando a la prudencia, consciente de que el virus ha dado demasiados giros en el aire durante este año y medio, trastocando todos los planes. De hecho, cuando en junio todo apuntaba a una salida inminente de la crisis sanitaria, llegó la variante delta. Por ello no se quieren hacer predicciones sobre la eventual relajación en las restricciones, la apertura del ocio nocturno, o el cambio de aforos en hostelería, comercios o equipamientos culturales. La titular de Salud insistió ayer en que Euskadi afronta unas semanas "decisivas", por lo que reclamó que se mantenga la prudencia. Todo ello, sin embargo, con "esperanza y con mucha ilusión".

Sin ningún Consejo Asesor del LABI convocado en el horizonte más cercano, no parece fácil que en próximas fechas se vayan a producir cambios. No hay que olvidar que es este órgano el que decide sobre qué medidas preventivas se deben implantar para contener la propagación del virus. No obstante, los expertos que conforman el LABI técnico realizan un seguimiento diario de la pandemia y recomiendan lo más conveniente en cada momento.

"Todos buscamos que se pueda llegar a eso que conocíamos como normalidad o a una convivencia más normalizada con el virus; en ello estamos", manifestó Sagardui. En todo caso, subrayó que es necesario seguir analizando la evolución de los indicadores y que se confirme el repliegue de la quinta ola. Alertó de la llegada de unas semanas decisivas por el impacto que pueda tener la reincorporación de los trabajadores a sus empleos, la vuelta a los lugares de residencia habitual, y el inicio de un nuevo curso escolar.

Aunque todavía muy lejos de los ansiados 60 casos por 100.000 habitantes, Euskadi ha logrado rebajar su nivel de riesgo y está ya inmersa en la zona amarilla con incidencias en continuo descenso. Araba es la que registra una menor incidencia, con 214 casos, seguida de Gipuzkoa, con 236, y de Bizkaia con 240. En las capitales, Donostia está ya en 207, Bilbao en 223 y Gasteiz en 237. Además, otro de los medidores vitales, la presión hospitalaria, progresa adecuadamente, y se han reducido en nueve los pacientes que permanecen ingresados en UCI, que ahora son 62.

Junto al mantenimiento de la curva epidemiológica "descendente", la consejera destacó que la vacunación avanza a buen ritmo. No obstante, realizó un llamamiento a vacunarse a la población de entre 20 y 35 años, el colectivo que ha quedado "un poco rezagado" respecto al resto ya que su cobertura de vacunación no supera el 80%. Con citas disponibles y con un lanzamiento masivo de SMS para repescar a este segmento de población, Sagardui recalcó que todavía "están a tiempo".

La responsable sanitaria vasca también se refirió a la posibilidad de que algunos colectivos, como el de personas inmunodeprimidas, puedan recibir una tercera dosis. Osakidetza se guiará en este asunto, al igual que en el resto, por las recomendaciones de los expertos. "Si se determina esa tercera dosis, así se hará", reveló.

A finales de mes. El cierre del vacunódromo de Illunbe anunciado por Osakidetza no significará el fin de la vacunación masiva como estaba previsto, ya que finalmente se ha optado porque los vecinos de la OSI Donostialdea puedan seguir inmunizándose en el frontón Atano III, donde se vacunará desde finales de mes de 10.00 a 19.00 horas amoldándose a las nuevas necesidades que requieren además de un horario menor, también menos personal que el que ha venido trabajando estos meses en Illunbe. Así lo confirmó ayer la consejera Sagardui, que dio cuenta también de que a los temporeros que acudan a trabajar a la Rioja Alavesa y que no estén todavía inmunizados, se les ofrecerá la vacuna Janssen. Además, previamente se ofrecerá la realización de una PCR a modo de cribado a toda persona desplazada para trabajar en la campaña de la vendimia.

Cuatro nuevos casos. Cuatro nuevos positivos por covid-19 elevan a 15 el número de personas contagiadas en la red de residencias de Gipuzkoa, todas ellas en el centro Aldakoenea de Donostia, informó ayer la Diputación foral. En las últimas horas no se ha registrado ningún fallecimiento y en la actualidad el único centro afectado por casos de covid es Aldakoenea. Nueve de los afectados se encuentran en el Hospital de Eibar, una de cuyas plantas se reserva para atender a los enfermos de covid de las residencias.