- Un hombre se enfrenta a una petición de doce años de prisión por parte de la Fiscalía de Gipuzkoa, que le acusa de estafar un total de 33.329 euros a dos mujeres con las que mantuvo por separado una relación sentimental de varios años, haciéndose pasar por un “empresario de éxito” que mediaba entre distintos países árabes y europeos.

Según el escrito de acusación provisional del Ministerio Público, el acusado, que será juzgado este mes en la Audiencia de Gipuzkoa, contactó con las afectadas mediante una red social a través de la que se ganó su confianza para posteriormente iniciar una relación sentimental. Seguidamente, con excusas como “problemas con sus cuentas corrientes”, que le “habían robado la cartera” o que “no le funcionaban las tarjetas de crédito”, solicitó a unas de las mujeres que le hiciera distintas transferencias económicas y que le abonara una docena de viajes en avión a países como Turquía, México, Italia y los Emiratos Árabes Unidos.

El documento de la Fiscalía cifra en un total de 4.749 euros el dinero presuntamente estafado a esta mujer, con la que el inculpado mantuvo una relación sentimental entre marzo de 2011 y julio de 2017, y con la que había llegado a fijar una fecha de boda para enero de 2018.

El escrito precisa que, para aparentar “solvencia económica” ante esta víctima y “con intención de obtener un enriquecimiento patrimonial ilícito”, le había mostrado varias fotografías junto a “distintas personalidades de Dubai” para luego, “con ánimo fraudulento”, pedirle que le abonara billetes de avión “para viajar al extranjero” y que le hiciera “transferencias” económicas cuando él estaba fuera “asegurándole que -más adelante- le devolvería el importe del desembolso económico”. Una vez finalizada la relación sentimental con ella, entre julio y octubre de 2017 el inculpado presuntamente le envió “múltiples mensajes” a su teléfono móvil con insultos y amenazas de muerte.

Paralelamente, desde 2012, el procesado mantenía contacto mediante la misma red social con una segunda mujer a la que también relató que era un empresario “de éxito”, dedicado a la “asesoría internacional”, y con la que inició otra relación sentimental en 2015 tras concertar un encuentro presencial en Santurtzi.

La perjudicada, además de comprarle billetes de viaje, hacer distintas transferencias y abonar estancias en hoteles, permitió al inculpado que utilizara una de sus tarjetas de crédito, “en la confianza de que le devolvería el dinero” que presuntamente se gastaba” en múltiples restaurantes, gasolineras y comercios”. El Ministerio Público considera que estos hechos son constitutivos de dos delitos continuados de estafa, por cada uno de los cuales reclama cinco años de prisión, y de uno de amenazas no condicionales, por el que solicita dos años de cárcel más, así como de un delito leve y continuado de injurias por el que pide 30 días de localización permanente.