- La colisión por alcance en la que fallecieron tres jóvenes en la AP-1 a su paso por Soraluze se produjo minutos después de que el camión estacionara en el arcén, aprovechando el corte de carretera realizado por operarios de mantenimiento de la autopista que realizaban labores de desbroce. Sin poderse recuperar todavía de la honda conmoción por lo ocurrido, los cuatro trabajadores declararon ayer durante más de tres horas para ayudar a esclarecer las causas del siniestro.

Las imágenes del accidente hablan por sí solas. Revelan que la colisión en la que murieron tres jóvenes holandeses, dos de ellos hermanos, fue tremenda. El impacto redujo a un amasijo de hierros el Opel Mokka en el que viajaban las víctimas mortales, dos de ellas hermanos. ¿Cómo ocurrió?

Según ha podido saber este periódico, el camión estaba parado en el arcén cuando sucedieron los hechos. Cuatro trabajadores de la empresa Serbitzu Elkartea, que se encarga del mantenimiento en la AP-1 y AP-8, relataron ayer los pormenores del siniestro.

Los operarios, en su rutina laboral habitual, señalizaron el tramo del arcén con los conos de tráfico de acuerdo a la normativa vigente para realizar labores de desbroce. Según su testimonio, el conductor del camión Volvo que transportaba fardos de paja por la autopista en dirección Eibar aprovechó este punto kilométrico para detener su marcha poco antes de las 10.00 horas.

Al parecer, tenía alguna sospecha con la sujeción de la carga. Según el relato de testigos presenciales, bajó de su vehículo a la altura del punto kilométrico 145 para revisar alguna de las cinchas.

Los operarios, que seguían la secuencia de los hechos, se extrañaron de que el transportista hubiera accedido al arcén.

De acuerdo con esta versión de los hechos, el camionero se encontraba en uno de los laterales del vehículo justo cuando irrumpió presuntamente a gran velocidad el turismo en el que viajaban los tres jóvenes holandeses, un chico y una chica de 19 y 20 años, y un amigo. Los tres perdieron la vida. Y el camionero “vive de milagro”, según los testigos.

Tras la brutal colisión, prendió fuego parte de la carga, que quedó tendida en la calzada. La gravedad del accidente era evidente desde un primer momento. Dos de los trabajadores de la empresa de mantenimiento fueron quienes en un primer instante se encargaron de sofocar las llamas que consumían algunos fardos de paja. Los otros dos operarios salieron a la carretera para detener el tráfico y advertir a los conductores del siniestro.

Recursos de emergencias y de la Ertzaintza trabajaron en el lugar durante toda la mañana. El accidente generó múltiples problemas en la red viaria.

Los vehículos que se vieron sorprendidos en un primer momento fueron evacuados por vías alternativas pero el corte al tráfico provocó importantes retenciones que se prolongaron hasta mediodía, cuatro horas después del siniestro, cuando finalmente se pudieron abrir los dos carriles en dirección Eibar. Se trata del accidente más grave ocurrido durante el último año en Gipuzkoa. En este 2021 un total de trece personas han perdido la vida en la red viaria guipuzcoana.