in faltar a la cita del aniversario de la Batalla de Orreaga/Roncesvalles, decenas de personas exigieron ayer domingo en Ibañeta un "monumento que dignifique y reconozca lo que aquí ocurrió: la derrota del mayor ejército de Europa a manos de los vascones de ambos lados del Pirineo".

Convocados por los colectivos Orreaga Fundazioa y Etxabarrengoa Elkartea, entre banderas e irrintzis reivindicaron un monolito que recuerde "sin manipulaciones" a los "verdaderos héroes" que el 15 de agosto del año 778 efectuaron una emboscada en Errozabal a la retaguardia del ejército de Carlomagno que volvía de Zaragoza en un fallido intento de atacarla, logrando así derrotar a la principal potencia militar del momento.

Con ánimo de que la historia no caiga en el olvido, ayer colocaron una placa informativa y una tela frente al monumento que existe desde 1967 en honor a Roldán. Justamente, días atrás, tiñeron de rojo este monumento. "Es el color de la sangre de los vascones, que todavía no se ha reconocido que son los que ganaron", dijo Karmele Galartza, de Etxabarrengoa Elkartea.

PANDEMIA POLÍTICA

En el mensaje de este año, no faltaron alusiones a la Batalla de Noáin acaecida en el año 1521, que supuso el último intento de recuperación de la independencia navarra y de la que este año se conmemora el 500 aniversario. "Ése no fue el último episodio histórico de la conquista por los castellanos. La guerra continuaba y unos kilómetros más abajo del puerto de Ibañeta, nuestros hermanos de Baja Navarra pagaron un precio muy alto ante las tropas de los conquistadores castellanos. Ésta es otra parte de la historia oculta y ocultada de Nafarroa", expresaron en castellano y en euskera Koldo Amatria, de Orreaga Fundazioa, y Karmele Galartza, insistiendo en que "lo que hay más allá de Luzaide sigue siendo Navarra" y en que "no existen dos navarras".

En efecto, tal y como leyeron minutos antes en la localidad de Orreaga/Roncesvalles frente al monumento de la Batalla, haciendo alusión al término latino "utrimque roditur" (roído por los dos lados) que el historiador navarro del siglo XVI D. R. Avalos de la Piscina atribuyó como divisa al Príncipe de Viana, simbolizado por dos lebreles royendo un hueso (que sería "la Navarra atrapada y codiciada por Castilla y Francia"), compararon la conquista de Navarra con la actual situación de crisis sanitaria. "En 2021 seguimos siendo roídos por una pandemia que entró duramente hace más de 500 años provocada por un virus con dos cepas muy peligrosas: la española y la francesa. Y con una tercera, internamente, conocida en su momento como la cepa beaumontesa, siendo la actual cepa navarrera", expresaron Koldo y Karmele.

De esta manera, mencionaron los continuos ataques al euskera, la imposición de una historia "falseada", la manipulación de personajes históricos y su ensalzamiento como héroes. "Se probaron vacunas para la eliminación de la pandemia, pero sin éxito (...) y luego se crearon unos anticuerpos muy fuertes que a lo largo de la historia han conseguido que esa colonización no sea total", dijeron.