- El presidente de Francia, Emmanuel Macron, en el punto de mira de los críticos contra su política de vacunación, que han protagonizado manifestaciones multitudinarias los tres últimos sábados, elevó ayer el el tono contra ese colectivo: “No cederé nada ante su violencia radical”.

En una entrevista al semanario Paris Match, que se publica completa hoy, Macron admite que la vacunación obligatoria del personal sanitario y la adopción del certificado sanitario forman parte de las “decisiones difíciles” que ha tenido que tomar para frenar los contagios pero niega que el Estado francés sea “una dictadura”, porque se han votado las medidas, y no descarta más “decisiones difíciles”.

Sus medidas para contener la nueva ola de la pandemia, entre las que se encuentra la adopción de un certificado sanitario para acceder a ciertos lugares públicos, como museos y cines, han canalizado los últimos tres sábados protestas masivas en las calles. En la la última participaron más de 200.000 personas.

Más cerca, el Hospital de Baiona ha empezado a derivar pacientes de UCI a otros hospitales dada la alta ocupación que sufre por enfermos de covid. Se da la circunstancia de que este hospital acogía a enfermos de otros centros durante anteriores olas y aunque han aumentado las camas la situación está al borde del colapso.