- Mugi Astigarraga, la plataforma ciudadana por un servicio de autobuses público digno, ha convocado para hoy a las 20.00 horas una concentración en la plaza Joseba Barandiaran de la localidad guipuzcoana, en defensa de “un servicio de autobús digno” y en contra de ”los recortes”. Además, comenzarán una recogida de firmas en torno a esta problemática, según informó la asociación en un comunicado.

La protesta gira en torno a las incidencias que ha sufrido el servicio de Lurraldebus en la zona de Buruntzaldea desde el cambio de concesionaria el pasado 1 de julio. Dicha modificación provocó retrasos, disminución de frecuencias, eliminación de paradas y modificación de recorridos en las líneas de toda la comarca, lo que derivó en “muchas quejas” de la ciudadanía, tal como indicó el alcalde de Astigarraga, Xabier Urdangarin, a la salida de la reunión que tuvieron los primeros ediles de los pueblos afectados con la Diputación el pasado jueves, día 15 de julio, para dialogar en torno a estos problemas.

En el caso concreto de esta localidad, las principales quejas giran en torno a la eliminación de paradas en el centro urbano y en la problemática que los retrasos suponen en un pueblo como Astigarraga, que “no tiene otro tipo de transporte público”, tal y como subrayó Urdangarin.

A la salida del mismo encuentro, la diputada foral de Movilidad, Rafaela Romero, informó de que los retrasos se debían a “una cuestión de organización técnica de la concesionaria” y lanzó como solución “organizar los autobuses de una manera distinta, para que no se solapen ni haya retrasos”. Asimismo, insistió en que esperaba que las incidencias se solucionaran para el pasado lunes 19.

Este periódico quiso comprobar si las demoras se habían solucionado este pasado lunes, a bordo de la línea BU12 que cubre el trayecto entre Donostia, Astigarraga y Hernani y pudo constatar que, si bien el autobús comenzaba el recorrido a su hora, lo terminaba un 50% más tarde de lo previsto, realizando el trayecto en 45 minutos en vez de los 27 previstos. Varias usuarias confirmaron el descontento generalizado con la situación, que había llevado a algunas personas incluso a abandonar el transporte público para desplazarse coche a su lugar de trabajo, “después de diez años utilizando el autobús”