- La pregunta es cómo. ¿Cómo, desde ya, los ayuntamientos vascos podrán evitar los botellones y concentraciones de gente, ya no en sus calles, sino en todo su término municipal, entre las 00.00 horas y las seis de la mañana? ¿Se pueden poner puertas al campo? La medida impuesta por el LABI en la tarde del miércoles y que ya está en vigor desde anoche causó cierto malestar y provocó ayer algunas críticas y reflexiones por parte de algunos alcaldes, que denuncian la falta de medios para atajar los botellones. El más claro fue el primer edil de Lasarte-Oria, Agustín Valdibia. “No hay efectivos entre Policía Municipal y Ertzaintza para poder controlar la cantidad de botellones que hay hoy en día en todos los municipios”, dijo.

La solución, según deslizó el propio consejero de Seguridad y a la vez vicelehendakari, Josu Erkoreka, está en casa. En cada uno de los hogares con jóvenes. Habló de “implicación social”. Sutil. Pero más claro fue el presidente de la Asociación de Jefes de Policía Local de Euskadi, Asier Erkoreka, en declaraciones a ETB, donde habló de “integrar el control familiar”. Traducido: si usted tiene un menor a su cargo y sabe que están prohibidas las reuniones de no convivientes más allá de las 00.00 horas, no le permita estar en la calle con sus amigos durante esas horas. Peléese con él o ella. Impóngase. Y si su retoño ya no es menor de edad pero vive con usted, buena suerte.

No es nada nuevo. El propio alcalde de Donostia, Eneko Goia, ya daba una pincelada en este sentido hace unos días, cuando se le preguntó si era partidario de tomar medidas más restrictivas para contener la ola juvenil que está expandiendo el virus por el territorio. Según reconoció Goia, si la gente no puede reunirse en un lado, lo hará en otro. “Todos los municipios estamos teniendo problemas con ello”, aseguró.

El decreto está en vigor desde anoche. Lakua lo activó sin esperar a la reunión del Consejo Asesor del LABI, el ya famoso Plan de Protección Civil de Euskadi, prevista para el día 22.

El Gobierno Vasco ha prohibido la “permanencia en grupos de personas no convivientes o en aglomeraciones de personas” entre las 0.00 y las 6.00 horas en parques, jardines, playas, zonas deportivas, otras áreas al aire libre y espacios públicos y prevé la posibilidad de que los ayuntamientos u otras autoridades actúen sobre esos espacios para ordenar su uso. También se prohiben los encuentros, fiestas o eventos, en interiores o en exteriores, cuando supongan “aglomeración de personas sin aplicación de los protocolos y medidas preventivas en vigor”. Todo contra el botellón. Si usted quiere salir a pasear, puede hacerlo.

El malestar en algunos consistorios se visibilizó durante las primeras horas, pero a lo largo del día los llamamientos a la colaboración por parte del Ejecutivo se impusieron y muchos alcaldes prefirieron no hacer declaraciones a solicitud de este periódico.

El alcalde de Lasarte-Oria se pronunció a la salida de una reunión sobre el servicio de autobuses de Buruntzaldea: “Los municipios de determinado tamaño tenemos policía municipal y en nuestro caso, turno de noche, pero es muy limitado. Tenemos cuatro policías municipales en un municipio que puede tener seis o siete zonas de botellón y lo que sí pedimos siempre es una colaboración con la Ertzaintza. Si la Ertzaintza está bien dotada y tiene recursos suficientes, pues podremos hacer frente a ese tipo de regulación que recae sobre los ayuntamientos, pero no creo que sea justo en que sean los municipios los responsables de cerrar parques, controlar a todos los jóvenes, que son la mayoría. Si hubiera recursos, pues bien, pero es que es muy injusto”, dijo.

“Los jóvenes son jóvenes y están a pasárselo ellos bien y lo único que yo apelo es a la responsabilidad de todos. No podemos poner un policía a cada persona. Hay que seguir llamando a la responsabilidad del ciudadano y a que hagan cumplir las normas sanitarias para que esto no vaya a unos niveles a los que estamos llegando y que son del todo inaceptables.

Presente en la misma reunión, el alcalde de Astigarraga, Xabier Urdangarin, se mostró molesto, porque esta medida, dijo, le parece que “es escurrir el bulto”. “En principio lo que está pasando es que recaen muchas responsabilidades sobre los ayuntamientos, cuando lo que está ocurriendo es que en principio no tenemos recursos para poder hacer cumplir esas normas”.

“Por ponerte un ejemplo -añadió-, en Astigarraga no tenemos guardia municipal por la noche. Tenemos turnos de mañana y tarde, así que me contarás qué recursos puede tener el Ayuntamiento para hacer cumplir ese tipo de norma cuando ya se nos hace difícil de día”, apostilló.

cerrar parques

Más allá, los municipios menores de 5.000 habitantes, la mayoría en Gipuzkoa, ni siquiera tienen policía local. Aún así, el consejero de Seguridad también les puso tarea y aseguró que, en estos casos, “lógicamente, los espacios públicos no pueden quedar libres y abiertos”. “Habría que acordonarlos, rodearlos y determinar, de alguna manera, la prohibición de acceso y uso de los mismos a las horas de la noche”, dijo.

También el portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, dijo que es “imposible” acotar todos los espacios porque “no hay policía capaz en el mundo de hacerlo ni el número suficiente de policías municipales para ello”, pero afirmó que los ayuntamientos pueden hacer mucho no fomentando actividades durante periodos de no fiestas y controlando las aglomeraciones.

Zupiria, por cierto, dio por “jurídicamente cerrada” la posibilidad de que el Ejecutivo vasco plantee toques de queda y confinamientos perimetrales en los municipios de Euskadi con mayor incidencia de covid-19.

Erkoreka, por su parte, pidió a la sociedad que “sea consciente e de que esto no es un capricho de los poderes públicos. En su opinión, esta medida es “ambiciosa y necesaria” desde el punto de vista sanitario, pero exige para su cumplimiento “la implicación, no ya de la Ertzaintza y las Policías locales, sino del conjunto de la sociedad y de las instituciones”. De hecho, añadió, “gran parte de los espacios públicos, a los que habrá que limitar el acceso en las horas nocturnas son de titularidad municipal: parques, jardines, lugares de ocio compartido”.