Parece que la tasa de incidencia del coronavirus en Gipuzkoa se resiste a bajar de 200 casos. Concretamente, el último dato (referido a este miércoles, día 26 de mayo) la sitúa en los 203,34 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días tras sumar 117 positivos en 24 horas. Un més después de alcanzar el punto máximo de esta cuarta ola, los 730,09 casos del 26 de abril, el territorio está todavía muy lejos de ese objetivo de llegar a un escenario de baja transmisión del covid-19 que supone estar por debajo de los 60 casos, como es el caso de Lazkao (con una tasa de incidencia acumulada de 53,27 casos), Mutriku (18,82) y Orio (16,31), los tres únicos municipios de más de 5.000 habitantes que están teñidos de verde por haber logrado una cifra que les sitúa en el mejor escenario contemplado en el panel de referencia del Plan Bizi Berri III.

La curva sigue bajando, sí, pero lo está haciendo muy lentamente en los últimos días. Una caída del 2,33% es la que ha experimentado esa tasa de referencia en las últimas 24 horas. Donostia, en cambio, sí ha logrado superar esa barrera al alcanzar una tasa de 195,73 casos acumulados por cada 100.000 habitantes, aunque con esa cifra todavía se considera una transmisión tensionada. 28 son los nuevos positivos que se han detectado en la capital guipuzcoana en las últimas 24 horas.

Y aunque la vacunación avanza (casi la mitad de los vascos mayores de 16 años ya ha recibido al menos una dosis), todavía la situación dista mucho de alcanzar esa zona verde.

Gipuzkoa mantiene dos municipios (Akoitia y Tolosa) en rojo desde principios de abril. Azkoitia, además, acaba de sumar en un día nueve positivos, por lo que su tasa está en 492,36 casos. Tolosa, con seis nuevos diagnósticos, tiene una tasa de 474,23 casos. Mientras que Azpeitia, con 315,37 casos, y Legazpi, cuya tasa de incidencia asciende a 344,87 casos por cada 100.000 habitantes, siguen en naranja. El resto de localidades de más de 5.000 habitantes se mantienen en la zona amarilla.

Y esta situación es la que vive Gipuzkoa cuando Araba, que era el territorio con mejor progresión en la curva de contagios, acaba de experimentar un ligero ascenso que ha roto esa tendencia descendente, aunque todavía su tasa de incidencia está en los 108,43 casos.