- Un estudio elaborado por la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha concluido que, según el balance ambiental, la construcción de nuevos tramos de TAV debería basarse en un análisis de la demanda, que se sitúa en 4,7 millones de pasajeros por kilómetro y año, "muy inferior a otros países".

El estudio realizado por el grupo Ekopol, integrado por los investigadores Andoni Kortazar, Gorka Bueno y David Hoyos, se ha centrado en realizar el balance medioambiental de la red de TAV con un enfoque "del ciclo de vida total", explicó la UPV/EHU.

Recuerda que España cuenta con la segunda red de líneas de alta velocidad más larga del mundo, solo superada por China, con cuatro corredores principales que conectan Madrid con Catalunya, León, Levante y Andalucía.

La mayoría de los estudios realizados sobre este medio de transporte se han centrado en el análisis y la estimación del ahorro relacionado con la explotación de la red, "pero ignoran las cargas asociadas a la construcción de la infraestructura", explica Kortazar.

El grupo Ekopol ha calculado el balance ambiental de las líneas de TAV en funcionamiento en España en 2016 con un enfoque del "ciclo de vida completo" que incluye el análisis de "todos los impactos" que el tren va a producir a lo largo de su vida, "desde las materias primas hasta el derribo de la red ferroviaria", señala el investigador.

Para ello, han realizado el inventario de la red española con un "repaso aéreo o por satélite" de los cuatro corredores del AVE, "metro a metro", asegura.

El balance ambiental concluye que la variable de "mayor incidencia" es la demanda de transporte.

En este sentido, el AVE español tiene 4,7 millones de pasajeros por kilómetro al año, una densidad "muy inferior" al transporte utilizado en Francia (25 millones); Alemania (11 millones); China (18 millones); Taiwán (30 millones) y Japón (99 millones).

Así, "a pesar de que el balance ambiental de los corredores de Andalucía y Catalunya es relativamente modesto, la construcción de los corredores de Levante y del norte no está justificada en términos de ahorro energético y de reducción de emisiones debido a la baja demanda que tienen", señala el estudio. Por ello, concluye que la decisión de construir nuevos tramos "debería basarse en un análisis de la demanda", de forma que solo se desarrollen "corredores con alta demanda".

Asimismo consideran que, para compensar los impactos medioambientales en la construcción, el AVE debe operar "durante quince años". La mejora en las emisiones que provoca la red ferroviaria durante un año supone tan solo el 1% de las emisiones totales de CO2 del transporte en España, añade. Por lo que es "muy importante" que el tren vaya siempre lleno", recuerda.

A juicio de los investigadores de Ekopol, el TAV "no es la única y mejor solución" para la transición ecológica.