- Muchas personas mayores acumulan botes y botes de pastillas que deben tomar a diario, con el riesgo de equivocación o incluso de caducidad que puede existir. Para facilitar esa tarea, Fagor Healthcare ha diseñado Smart Home Care.

Se trata de un servicio para gestionar los medicamentos a tomar, ¿no?

-Sí, se trata de una herramienta para pacientes polimedicados. A más edad, hay más pastillas, y en ese contexto presentamos la propuesta a Adinberri. Es un dispositivo llamado Medical Dispenser que ayuda a las farmacias a preparar lo que llamamos un blíster semanal para estas personas medicadas. De una forma muy sencilla y práctica, tienen en un mismo dispositivo todas las tomas de la semana -mañana, tarde y noche-, cada medicamento en su correspondiente pestaña. De esta forma, el paciente no tiene que gestionarlos en su casa, con un montón de botes, sino que ya está preparado por un profesional, en este caso un farmacéutico, que gestiona y prepara todo desde la misma farmacia.

A la que le han añadido un nuevo servicio.

-A partir de este idea pensamos en cómo reforzar esas tomas gracias a un sistema de avisos que se asegure que el paciente toma la medicación en el momento adecuado. En el caso de que sea una persona dependiente que dé una señal de aviso y que solo pueda tomar esa toma y no otra. Junto a ello hay una app que avisa a su red asistencial que ha realizado o no todo en su debido tiempo. Esta segunda parte es la que hemos presentado a Adinberri.

No se trata, por lo tanto, de un proyecto dirigido únicamente a los pacientes. También a los cuidadores, familiares, farmacéuticos...

-En el paciente polimedicado y dependiente, la no adherencia al tratamiento genera muchos problemas en el sistema de salud, así que uno de los objetivos más importantes no es que el médico haga la receta, sino que eso se cumpla. En ese cumplimiento es donde entramos nosotros. Los farmacéuticos son parte muy implicada y a través de este servicio también queremos que puedan tener una herramienta de fidelización de sus clientes y que la persona de la que dependa el paciente sea un profesional. Con el nuevo dispositivo lo que hacemos es dar el salto también al hogar.

¿Qué reacción están teniendo entre las personas mayores?

-Lo que pasa con estas cosas es que a todo el mundo le gusta hasta cuando llega el momento de pagar. Estamos valorando de qué forma podemos reducir esa fricción y decidiendo si vamos a una venta directa u online, con sistema de cuotas... En Euskadi, los blíster de este tipo están subvencionados solo en la primera parte, esto es, lo que hace la farmacia. La parte de usuario no, por lo que esa es la barrera que tenemos que salvar. Quizás un cuidador sí está dispuesto a pagar pero luego hay que ver si el paciente lo está.