La portavoz foral, Eider Mendoza, ha asegurado este jueves que la Diputación actuará "con determinación" para "favorecer la regeneración natural del patrimonio natural" afectado por el gran incendio forestal que hace dos semanas afectó a 1.800 hectáreas repartidas entre Navarra, Gipuzkoa e Iparralde y que NOTICIAS DE GIPUZKOA acaba de visitar.

Según informa la Diputación en una nota, Mendoza ha hecho este anuncio durante la visita que ha realizado a la zona afectada, acompañada por la directora de Montes y Medio Natural, Arantxa Ariztimuño, el jefe del servicio de Montes y Gestión de Hábitats, Ismael Mondragón, y el concejal delegado de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de Irun, Borja Olazabal.

Todos ellos han podido comprobar en el lugar los daños causados por el fuego que calcinó en Gipuzkoa unas 400 hectáreas, 275 de ellas públicas, propiedad del Ayuntamiento de Irun, y 125 privadas, todas ellas ubicadas dentro del parque natural de Aiako Harria, que por momentos se vio completamente rodeado por las llamas.

Mendoza ha lamentado la "pérdida de patrimonio natural" que ha supuesto este incendio, el mayor de la última década en Gipuzkoa, y ha avanzado que "el personal técnico de la Diputación hará un seguimiento estrecho de la evolución de la zona", con el fin de "adoptar todas las medidas y acciones necesarias para favorecer su recuperación". "Nuestra determinación a ese respecto es total", ha subrayado.

Mendoza ha desvelado que las áreas afectadas por las llamas fueron el barranco de Endara, un valle de gran valor natural declarado área de reserva del parque natural, y las laderas que dan al río Bidasoa, ambas zonas muy escarpadas y de difícil acceso.

El siniestro afectó a los bosques autóctonos de robledal en Endara y en la zona del Bidasoa, que han sido los más dañados, aunque dentro del perímetro visible la vegetación se ha visto afectada de forma diferente según la especie, orientaciones, pendientes, velocidad del viento en el momento del paso del fuego, dirección y otras variables, ha comentado.

La portavoz foral ha anunciado que resulta difícil "anticipar la evolución de estos daños y el alcance de su impacto en el futuro", por lo que "habrá que esperar por lo menos hasta después de la primavera para ver cuántos árboles sobreviven".

"El robledal y la regata de Endara tienen también un especial interés faunístico, por lo habrá que ver cómo afecta en este sentido", ha precisado.

Ha advertido también del "riesgo de erosión" en las pendientes del barranco de Endara, que obligará a "realizar un seguimiento para ver si la vegetación se regenera de forma natural o si hay que llevar a cabo repoblaciones", lo que llevaría a "analizar la necesidad de cierres".

"Asimismo, deberá tenerse en cuenta si la importancia hidrológica y paisajística de Endara retorna a su estado natural, para completar los trabajos a realizar", ha comentado Mendoza, quien ha desvelado que también han resultado dañadas algunas plantaciones de pinos y robles situadas en la ladera del Bidasoa, además de áreas de pasto.

En lo que se refiere a los montes particulares, ha comentado que hay diferentes grados de daños, por lo que habrá que esperar también a primavera para ver cómo evolucionan.

Humedad del 40% y rachas de viento de 130 km/h

Según ha recordado, los cinco días previos al incendio se registró un fuerte viento sur, que secó mucho la vegetación y la tierra, y el mismo sábado en el que se declaró el fuego las rachas alcanzaron 130 km/h con una humedad inferior al 40%, una circunstancia que, unida a las fuertes pendientes, propició la propagación y la intensidad del fuego.

En cualquier caso, se ha felicitado por el hecho de que no se registraran daños personales y que tampoco resultaran afectadas ninguna vivienda ni borda, con una afección al ganado en Gipuzkoa que ha sido "muy leve".

Ha destacado igualmente la colaboración "fundamental" de los distintos organismos que participaron en las labores de extinción y ha agradecido la labor todos los bomberos y guardas forestales implicados en la lucha contra el fuego, Ertzaintza, Protección Civil, Policía Municipal de Irun, Cruz Roja y DYA Gipuzkoa.