- La consejera de Salud del Gobierno Vasco, Gotzone Sagardui, mostró ayer su "preocupación" por la posibilidad de que la apertura generalizada de la hostelería, a la que dio lugar un auto del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV), pueda alterar la "buena" evolución de la pandemia en las últimas jornadas y suponer un "cambio de tendencia" en el descenso de la curva de contagios.

Sagardui, en su comparecencia semanal ante el Parlamento Vasco para informar sobre la situación epidemiológica de Euskadi, expresó sus "dudas" respecto al impacto que puede tener en la positiva evolución de la crisis sanitaria la decisión del TSJPV de anular cautelarmente la decisión del Gobierno autonómico de prohibir la apertura de los bares y restaurantes de municipios en la zona roja.

La consejera, que subrayó que los datos de las últimas jornadas han consolidado el "descenso" en la curva de contagios, alertó de la posibilidad de que la decisión del TSJPV pueda alterar esta tendencia. La consejera explicó que esta reapertura "generalizada" le genera una "preocupación añadida", puesto que los bares y restaurantes "son entornos en los que interaccionan muchas personas y en los que esas personas se quitan la mascarilla para la ingesta de alimentos y la consumición de bebidas".

Pese a que el número de localidades ubicadas en zona roja por superar su tasa de incidencia los 500 casos por 100.000 habitantes ha descendido en las últimas jornadas -en Gipuzkoa solo quedan seis-, la consejera de Salud considera que sigue habiendo numerosos municipios en los que el riesgo de contagio "sigue siendo muy alto".

En este contexto, explicó que se plantea la "duda" de si el aumento de las interacciones sociales que se está produciendo "más allá de las burbujas de convivencia habituales puede suponer una alteración de esta buena marcha o un cambio de tendencia" en la evolución epidemiológica.

"Si algo hemos aprendido de este virus es que allí donde aumentan las interacciones sociales y se rompen las burbujas habituales de convivencia, y allí donde se relajan las medidas básicas de prevención, como el uso de la mascarilla, mantener la distancia interpersonal, la limpieza de manos o la ventilación, en esas circunstancias el virus se propaga con gran facilidad", recordó la consejera.

Asimismo, aclaró que el Gobierno Vasco no está pensando en "relajar o suavizar" las medidas adoptadas para frenar los contagios, ya que Euskadi se encuentra "muy lejos del objetivo" que es tener una tasa de 60 casos por cada 100.000 habitantes en catorce días, por lo que es necesario "seguir cumpliendo las medidas".