- La pandemia dio ayer un mínimo respiro con el mejor dato de nuevos contagios desde el 10 de enero. Las infecciones pasaron en solo 24 horas de 947 a 632, al haberse realizado 5.187 pruebas diagnósticas menos (un total de 10.104), mientras que disminuyó ligeramente el número de ingresados en UCI. Sin embargo, las cifras no dejan de ser, por el momento, anecdóticas ya que el efecto fin de semana siempre maquilla los números a la baja.

Intentando tomar aire ante el coronavirus, la tasa de contagios en Euskadi permanece estable y se sitúa en un 6,3%, una décima por encima de la del viernes y rebasando el umbral de riesgo decretado por la OMS.

Los hospitales siguen sometidos a una gran presión y todavía no notan alivio. 57 personas ingresaron con covid-19 en planta a lo largo del sábado, 27 menos que un día antes, confirmando también un descenso que suele ser la tónica habitual los fines de semana. 161 pacientes permanecen graves ingresados en las UCI, dos menos que el viernes.El Departamento de Salud hizo públicos los datos de evolución de la pandemia que constatan una bajada de positivos al haberse realizado 5.187 pruebas menos. En total fueron 632, la cifra más baja desde el 10 de enero (560), cuando la curva de contagios inició una subida vertiginosa que durante varios días provocó que el número de positivos se mantuviera por encima del millar.

El descenso del sábado se produjo en los tres territorios, con 304 en Bizkaia (241 menos que la víspera), 217 en Gipuzkoa (-47), 100 positivos en Araba (-30), y once de ciudadanos de otras autonomías. Hoy lunes, el Departamento de Salud actualizará la incidencia por municipios, el listado de los que tienen que cerrar sus hostelería y suspender el deporte escolar, y el número R0, que indica el nivel de transmisión.

Mientras tanto, en Nafarroa fueron 87 los nuevos casos de coronavirus detectados en las últimas 24 horas. Se trata de la primera vez que se baja del centenar de nuevos positivos desde el 3 de enero. Junto a ello, se registró un descenso notable respecto al día anterior, ya que se notificaron 84 casos menos.

Las razones del milagro navarro han sido las restricciones de horario, las limitaciones en las reuniones de no convivientes y los vetos en los espacios de hostelería. Piezas todas ellas claves con las que el Gobierno foral parece haber conseguido frenar el avance de la tercera ola de la pandemia, que oficialmente ha sumado 361 fallecidos hasta el 31 de enero desde que se declaró el segundo estado de alarma el pasado 25 de octubre. Sin embargo, las medidas que se han ido decretando, principalmente de restricción del número de reunidos, de reducción de horarios de establecimientos públicos y de cierre de los locales de hostelería han ido rebajando las cifras desde el 31 de enero. El último día de enero los fallecidos desde el inicio de la pandemia en Nafarroa eran 1.035 y ayer eran menos de 100 los contagios detectados.