- En la vacunación contra el coronavirus que se lleva a cabo en Euskadi se están aplicando ahora dos vacunas, la de Pfizer y la de Moderna, y en breve se empezará a utilizar una tercera, la de AstraZeneca. Al mismo tiempo se están desarrollando ensayos clínicos que estudian la conveniencia de combinar dosis de distintos tipos de vacunas y se continúa con el proceso de estudio y autorización de, por el momento, dos fármacos más: el de Janssen (Johnson&Johnson) y el de CureVac. Miren Basaras, que el próximo martes (19.00 horas) participará en las charlas virtuales que organiza Zarautz On, explica que el uso de cada tipo de vacuna en todos o solo en algunos grupos de población obedece a la eficacia que se ha constatado en los ensayos clínicos.

Las dos vacunas que se están poniendo ahora, Pfizer y Moderna, ¿son para toda la población?

-La Agencia Europea del Medicamento (EMA) autorizó las vacunas de Pfizer y Moderna para todos los grupos de edad. Sin embargo, así como en el ensayo clínico de Pfizer se vio claramente que su efectividad era igual en todos los grupos de edad, en el de Moderna se comprobó que la efectividad bajaba un poco, solo un poco, en personas mayores de 65 años. Sabiendo eso y contando con dos vacunas, el Departamento de Salud decidió que la de Moderna se utilizase para el personal sanitario, que por lógica es menor de 65 años. En otros sitios no se ha hecho así, pero en Euskadi se decidió eso.

¿La de Pfizer es para todo el mundo?

-La de Pfizer se está dando al grupo prioritario número 1, que son las personas que viven en residencias, el personal sociosanitario y trabajadores de estos centros. O sea, que se está dando a personas muy mayores y a personas más jóvenes.

¿La de AstraZeneca no se debe usar en personas mayores?

-Con esta pasa algo distinto y es que en los grupos de voluntarios para los ensayos clínicos no había mayores de 65 años, con lo cual no hay datos sobre ese rango de edad. Ahora están ampliando el estudio y recaban esos datos, pero aún no están disponibles. Sin embargo, en el Reino Unido, donde la están aplicando desde diciembre, se la están dando a toda la población.

Pero en España se ha descartado administrar la de AstraZeneca a los mayores de 80 años.

-Aunque la Agencia Europea dice que la de AstraZeneca se puede dar a toda la población, una gran mayoría de países han establecido que se use en personas menores de 65 años, porque consideran que todavía no tenemos datos suficientes de cuál es la efectividad de esa vacuna en los mayores de 65 años.

¿Eso es un problema?

-Como necesitamos todas las vacunas porque hay que vacunar a distintos grupos de población, lo que se hace es dirigir cada una a los grupos de edad donde se ha comprobado que es más efectiva y segura.

Ahora también se está hablando de la posibilidad de combinar las dosis de distintos tipos de vacunas.

-Hasta ahora todos los ensayos clínicos que se han hecho utilizan dos dosis de la misma vacuna, pero acaba de empezar en el Reino Unido un estudio que consiste en combinar dos vacunas, principalmente se está analizando la eficacia de una primera dosis de AstraZeneca y una segunda de Sputnik V. En este caso son dos vacunas de tecnología muy parecida y se supone que combinándolas se puede conseguir lo que se denomina una respuesta inmunitaria heteróloga.

¿Qué es eso?

-Significa que se pueden activar distintas respuestas inmunitarias, que nuestras defensas se pueden activar de distintas maneras, lo cual es mucho mejor. Eso ocurre ya con otras vacunas incluidas en el calendario vacunal, pero en este caso y con estas nuevas vacunas todavía hay que probarlo, por eso va a comenzar un ensayo clínico y dicen que para el mes de junio podrían estar los primeros datos. Con esa combinación se pretende aumentar la eficacia de las vacunas.

También está la vacuna china.

—De esa no tenemos información. Es lo que pasaba hasta hace poco con la rusa, que no teníamos datos, sabíamos que se estaba vacunando con ella pero no habían publicado datos sobre su eficacia y seguridad. Ahora ya conocemos los datos de la Sputnik y hemos visto que es eficaz, muy buena y segura, que no hay efectos secundarios. De la china no tenemos información. Según ellos, es eficaz y segura, pero los datos hay que enseñarlos en una revista científica. Es probable que pronto conozcamos más cosas de la vacuna china y los ensayos clínicos nos tendrán que decir si se va a poder combinar o no.

La vacunación se realiza sobre bases seguras y contrastadas en los ensayos, pero aún quedan incógnitas.

-Estamos en estadios incipientes de la vacunación en esta pandemia porque todavía no sabemos qué inmunidad van a tener las vacunas que ya se están poniendo. Qué protección van a tener, hasta cuándo van a durar, si dentro de un año o de dos será necesaria una revacunación... Eso no se sabe todavía. Lo que sí sabemos es que tenemos estas vacunas y hay que ponerlas cuanto antes.

¿Nos tenemos que vacunar para estar tranquilos?

-Una vez se vayan poniendo las vacunas habrá que mirar mes a mes cómo evoluciona la enfermedad, porque otra cosa que debemos tener en cuenta es que estas vacunas no parece que impidan la transmisión del virus. Eso supone que una persona, por mucho que esté vacunada, se puede infectar y puede transmitir el virus a otras personas. Esa persona vacunada no va a desarrollar la enfermedad de forma grave, pero se puede infectar. De ahí la importancia de llevar mascarilla aunque se esté vacunado.

¿Esa capacidad de contagio también se da con otras vacunas?

-Sí, claro, hay vacunas que no son esterilizantes, con las que te puedes infectar y transmitir el virus o la bacteria pero que te protegen para que no desarrolles formas graves de la enfermedad. Es lo que ocurre con la del meningococo que se pone a los niños. Otras, como la de la rubéola, son capaces de controlar la transmisión del virus. Depende de cada vacuna, de cada microorganismo... hay muchos factores que influyen.

Los expertos también advierten de que la vacunación tiene que ser global para ser efectiva.

-La vacunación tiene que ser mundial o no sirve, a menos que nos quedemos aquí encerrados. Si nos vacunamos solo los vascos y cerramos fronteras, si nadie sale ni entra, perfecto, pero como eso no ocurre… la vacunación tiene que ser global. Si estas vacunas no consiguen controlar la transmisión, el virus va a seguir circulando, por eso hay que vacunar masivamente.

No parece un objetivo fácil de lograr.

-El problema es la producción de las vacunas, saber cuántas dosis va a haber, y también la logística. En cada región o país la logística y la organización van a tener que ser muy buenas, no solo para saber qué vacuna dar a cada segmento de población, sino también porque todas, excepto la de Johnson&Johnson, son vacunas de dos dosis y con distintos plazos recomendados para la segunda inmunización. En las de Pfizer y Moderna los plazos son muy parecidos, 21 y 28 días, pero la de AstraZeneca aconseja retrasar la segunda dosis hasta las diez semanas. Todas estas cosas hay que saberlas bien y controlar qué tipo de vacuna se ha puesto a cada persona, tiene que haber un registro muy claro. Se genera un importante problema de logística.

“Acaba de empezar en el Reino Unido un estudio que consiste en combinar las dosis de dos

vacunas diferentes”

“Todavía no sabemos qué inmunidad van a tener estas vacunas, ni si dentro de un año o dos será necesaria una revacunación”

“La persona vacunada no va a desarrollar la enfermedad de forma grave, pero se puede infectar y puede ser transmisora”